ENSAYO SOBRE EL PRI

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE DURANGO

Maestría en Derecho Electoral

Materia: Análisis Político.

 

Ensayo sobre el Partido Revolucionario Institucional (P.R.I.)

Como requisito para obtener calificación en la materia.

Catedrático: M.C. Hugo Ulises Valencia Gordillo.

Alumnos: Lic. Antonio Castañeda Hermosillo.

Lic. Carlos Alberto Limas Sánchez.

Lic. Mario César Padilla Morales.

Dra. Ana María Romo Fonseca.

 

Zacatecas, Zacatecas, a 29 de Julio del 2011.

 

 

 

 

Resumen

 

Con base en la investigación realizada sobre el Partido Revolucionario Institucional, se realizó este ensayo con el fin de presentar un panorama general a los interesados sobre el estudio de la historia partidista de este Instituto Político; se recomienda darle lectura de forma consecutiva; sin embargo, si el lector decide hacerlo de forma indistinta se comprenderá el tema de interés.

Este trabajo se divide en 5 capítulos, iniciando por sus orígenes, continuando con su historia, para pasar al estudio del Partido y su estructura legal y técnica jurídica. Los dos últimos capítulos presentan el análisis de la alternancia democrática del PRI con referencia a otros partidos y así mismo la evolución del PRI y lo que se avizora en un presente futuro próximo.

Al final de este ensayo sobre el PRI, se muestran gráficamente los resultados electorales de este partido con respecto a otros, donde se observa el comportamiento histórico del Instituto Político.

 

 

 

 

ÍNDICE

Resumen………………………………………………………………………………2

Introducción…………………………………………………………………………..4

Capítulo uno; Los orígenes del Partido Revolucionario Institucional….….6

Capítulo dos; Partido de la Revolución Mexicana…………………………….10

Capítulo tres; Partido Revolucionario Institucional (PRI)……………………11

                        3.1 Declaración de Principios del Partido Revolucionario Institucional……………………………………………………………………………14                      3.2. El régimen y la regulación interna en sus estatutos del Partido Revolucionario Institucional……………………………………………..15

Capítulo cuatro; Alternancia Democrática………………………………………29

                        4.1 Presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (CEN del PRI)……………………………………..29

                        4.2. Presidentes de la República Mexicana surgidos de las filas del Partido Revolucionario institucional (PRI), antecesores y momento histórico……………………………………………………………………………….43

Capítulo cinco; Evolución de el PRI………………………………………………59

                        5.1 Evolución del Partido Revolucionario Institucional…………61

                        5.2 Presidencialismo Mexicano (1940-2000)……………………..66

                        5.3 El PRI, El sistema político mexicano y la transición democrática……………………………………………………………………………67

                        5.4 Perspectivas hacia el 2012………………………………………86

 

 

 

Introducción:

 

El nacimiento del Partido Revolucionario Institucional

 

Hacia finales de la Administración de Ávila Camacho y con el propósito de traducir al interior del partido el nuevo rumbo impuesto por sus políticas, fue convocada una Asamblea Nacional del Partido de la Revolución Mexicana (PRM), que tendría por objeto la refundación de éste Instituto político.

La Asamblea se instaló el 18 de enero de 1946 en el cine metropólitan. La sesión inaugural se inició a las 11:30 horas y en su ceno nació el Partido Revolucionario Institucional concluyendo así el ciclo histórico protagonizado por el Partido de la Revolución Mexicana (PNM).

Dentro de la misma Asamblea las grandes centrales suscribieron un pacto para mantener la unidad dentro de la nueva institución.

En un solo día se aprobaron la Declaración de Principios, el Programa de Acción y los nuevos Estatutos del Partido. El Partido Revolucionario Institucional (P.R.I.) abandonó el antiguo lema del PRM “por una democracia de trabajadores”, sustituyéndolo por “democracia y justicia social”.

Respecto de los principios ideológicos se produjeron serias modificaciones suprimiéndose la mayor parte de los postulados socialistas, y fueron sustituidos por nuevos planteamientos más acordes por el discurso político avilacamachista, tales como la unidad, la conciliación, un nuevo tipo de nacionalismo, sin hostilidades ni exclusivismos y la búsqueda de una mejor convivencia humana a través de la justicia social.

Por lo que hizo a la nueva estructura organizacional del partido, una de las reformas más significativas consistió en la eliminación del derecho de los sectores para postular directamente sus candidatos confiriéndose la facultad exclusiva de seleccionar a puestos de representación popular al “Comité Central Ejecutivo” (CC E).

En sintonía con las nuevas direcciones gubernamentales establecidas por la Presidencia de la República, los sectores fueron sustituidos por delegaciones en las entidades federativas, consecuentemente, e CCE ya no se representó por integrantes de los sectores, sino con secretarios.

Igualmente se trato de contrarrestar la fuerza de los sectores, adaptando un sistema de afiliación diferente de los miembros del partido, ya fuese a través de las organizaciones populares o bien de manera individual y directa.

De ésta forma, los sectores dejaron de ser la base del partido, que habiéndose constituido originariamente como una confederación de partidos locales, regionales, así como un foro único para concertar las diferencias de la familia revolucionaria conformada por una élite política burocrática (PNR) y, posteriormente, como un partido de masas basada en una estructura sectorial diversificada (PRM), se convirtió a partir de ésta nueva refundación, en una asociación política de carácter nacional que habría de fungir como partido oficial hegemónico.

En la misma Asamblea Nacional se eligió por último a Miguel Alemán Valdés como candidato a la Presidencia de la República, designándose como Presidente del partido a Rafael Pascasio Gamboa.

 

 

 

 

 

 

Capítulo uno

Los orígenes del Partido Revolucionario Institucional.

 

Luego de que Porfirio Díaz asumiera la Presidencia de México, un trabajo no ausente de retórica, armas y uso del poder de 1877 a 1911 el país alcanzó un buen crecimiento en materia económica e industrial, incluso con innovaciones tecnológicas, pero también con una marcada inequidad, con mucha pobreza, y hasta con esclavitud de indígenas[1] y aunque no con una dependencia particularmente en materia tecnológica, si existía una clara influencia y tendencia hacia los avances tecnológicos de los países extranjeros, particularmente los europeos.

Si bien hubo índices de riqueza la distribución de esta, quizá no tan necesariamente vista en la época, no existió, pero fue el detonante para iniciar una revuelta social que tuvo indicios, la cual no fructificó, fue hasta después de la decena trágica cuando surge la idea de cambiar y evolucionar.

Díaz se fue del país, no se fue como un presidente depuesto por vía del sufragio,[2] luego surgió el movimiento armado que conocemos como revolución, si bien con un objetivo más bien político, tuvo sus ideales.

Poco después de seis años de enfrentamiento, con estallidos sociales armados con caudillos en el norte y en el sur, llevaron a la conjunción de esfuerzos para contar con una nueva Constitución, en parte similar a la de 1857, rectora todavía hasta 1917.

Si bien el PRI ve en el movimiento armado el que acabó con Porfirio Díaz[3], fueron otros los motivos torales si bien motivados por los excesos del general y los excesos permitidos en su gestión.

México no tenía un camino hecho para cumplir con su destino democrático. Había que diseñar las instituciones que le dieran sustento; transitar, paso a paso, sobre vías propias y adecuadas a nuestras condiciones, e imaginar los nuevos derroteros después de cada conquista.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 abrió la posibilidad de un camino basado en instituciones, si bien todavía vendrían unos años de asonadas militares y constantes intentos de asumir la presidencia de México.

De ahí el antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Nacional Revolucionario (PNR), su manifiesto fue firmado el 1 de diciembre de 1928, a iniciativa de Plutarco Elías Calles y su esencia central fue invitar “a todos los partidos agrupaciones y organizaciones políticas de la República, de credo y tendencia revolucionaria para unirse y formar el Partido Nacional Revolucionario (PNR)”[4].

La fundación se dio 4 de marzo de 1929, se concibió al PNR como un partido de partidos, de amplia convocatoria, convergencia de fuerzas políticas afines pero distintas, según se estableció en la convocatoria; su objeto, la competencia política por el poder público, con él se realizaron relevos de gobiernos, elecciones y condiciones de estabilidad.

El PNR surgió con gran predominio, dada la convergencia de líderes y organizaciones más importantes del país, pero nunca propuso el totalitarismo a través de un estado que negara la participación de otras fuerzas políticas.

En otra concepción[5] el PNR “fue el instrumento creado por la élite revolucionaria dominante, con el objeto de coordinar las actividades políticas de las diferentes regiones del país, es decir, de los diferentes hombres fuertes, a fin de evitar choques armados entre ellos, así como para poder presentar un frente unido a cualquier individuo o grupo que pretendiese amenazar el monopolio que dicho grupo ejercía sobre el poder político”.

De acuerdo con la autora tuvo que ver mucho la suma de fuerza de los grupos que lo conformaron, pero la “élite” que llegó a conformarlo surgió del movimiento armado de 1910 a 1917, una élite cuyo origen debe estar en el centralismo del gobierno del general Díaz y que generó fricciones.

“En un país tan poco adelantado en su desarrollo social y político como lo era México en la década 1910-1920, esto permitió la formación de ejércitos carentes de lealtad nacional, que pronto se convirtieron en los grupos armados personales de los líderes más destacados. Puesto que triunfó el movimiento constitucionalista, los generales que participaron en él se convirtieron en los herederos del poder porfirista”.[6]

La fragmentación obedeció a la creación de ejércitos propios[7]; para pertenecer a la élite revolucionaria en 1929, no bastaba con haber sido constitucionalista en 1917, hacía falta haber apoyado la rebelión de Agua Prieta en 1920, secundando con ello al general Álvaro Obregón, y no haber participado del lado rebelde durante las rebeliones de huertistas en 1924, de Gómez y Serrano en 1927 o de Escobar en 1929. Es decir, hacía falta haber atinado siempre al ganador en los zafarranchos revolucionarios. Naturalmente no todos habían sido tan afortunados y, por ello, la élite se había depurado y reducido. No eran muchos los componentes del grupo revolucionario, pero sí eran muy fuertes. Sobre todo, tenían bien claro que, para continuar siendo miembros de esa élite, habían de seguir, en ese momento, las «orientaciones» del general Plutarco Elías Calles, ya para entonces jefe máximo de la revolución.

La forma en la que los miembros de la élite revolucionaria podían manifestar su apoyo real a la candidatura presidencial de Pascual Ortiz Rubio y, por lo tanto, al PNR y a Calles era echar a andar sus maquinarias políticas locales a fin de asegurar el triunfo real o formal de dicha candidatura en sus respectivas regiones[8].

De acuerdo con el texto de referencia de Alejandra Lajous Vargas, las maquinarias políticas locales no eran otra cosa que los mecanismos de los que siempre se había valido el caciquismo para funcionar, y en tanto esto es cierto, eran tan antiguos en nuestro país como la historia misma.

Se había utilizado con Díaz; los generales lo utilizaron sólo lo amoldaron a su estilo, esto es, arrancándole los supuestos refinamientos con que el gobierno de Díaz lo había adornado.

El caciquismo se apoyaba en el control que determinados individuos ejercían sobre ciertos grupos organizados regionales o sectoriales.

La amplitud del grupo dominado determinaba la importancia de su jefe o cacique. Su funcionamiento era idéntico al del engranaje de una maquinaria en la que la pieza mayor acciona el movimiento de otras piezas menores, repitiéndose esto sucesivamente hasta llegar a las más pequeñas.

El número de caciques pequeños y medianos dependía de la amplitud de la zona, o de la fuerza con que su jefe dominase, siendo estos últimos los comandantes o gobernadores comprometidos en el PNR.

Pero no olvidemos, y esto es determinante, que además de las maquinarias políticas, los hombres fuertes contaban con grupos armados encargados de ejercer la violencia indispensable para hacer coercitivos sus mandatos.

 

 

Capítulo dos

Partido de la revolución mexicana

 

El 30 de marzo de 1938, el Presidente Lázaro Cárdenas lanzó la declaración formal de la Asamblea Nacional Constitutiva del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) que sustituiría al PNR[9].

En diciembre de 1937 Lázaro Cárdenas propuso la creación de un nuevo partido que sustituyera al Nacional Revolucionario, surgido en 1929. En 1938 a unos días de la expropiación petrolera, nació el Partido de la Revolución Mexicana.

Su organización tuvo una base corporativa, formada por los sectores en que Cárdenas apoyaba su política: el obrero, integrado por la Confederación de Trabajadores Mexicanos y otros sindicatos independientes; el campesino, cuyo representante sería la Confederación Nacional Campesina en proceso de organización; el popular, constituido básicamente por los miembros de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTE); y el militar[10].

El Comité Central Ejecutivo del PRM quedó presidido por Luis I. Rodríguez y el secretariado del mismo por León García (acción agraria); Alfonso Sánchez Madariaga (acción obrera); Edmundo Sánchez Cano (acción social militar) y Leopoldo Hernández (acción cultural y popular). Sin embargo, en la práctica, todas las decisiones importantes del partido tenían que pasar por la oficina del Presidente de la República.

La creación del PRM sirvió como instrumento para contrarrestar la constante concentración de poder de caciques locales, favoreció la centralización y la supremacía del primer mandatario.

De manera incipiente tuvo lugar un sistema de partidos, junto con el gran dominio del Partido de la Revolución Mexicana ya que a partir de 1939 surgieron una serie de partidos con ideologías y principios diametralmente opuestos al cambio y a la transformación de la sociedad, caracterizados por su oposición ideológica a los postulados de la Revolución.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo tres

Partido Revolucionario Institucional

 

El 18 de enero de 1946 tuvo lugar la Segunda Gran Convención del Partido de la Revolución Mexicana, que dio lugar a su transformación como Partido Revolucionario Institucional, designándose como primer presidente del Comité Central Ejecutivo a Rafael Pascasio Gamboa.

La estabilidad de entonces iba de la mano con el predominio del PRI (que había sustituido al PRM); lo uno sin lo otro resulta difícil de imaginar, pero más que ello -en sí mismo no poco- la contribución del partido estuvo en mirar siempre hacia una mejor democracia, aún cuando esa posición conduciría a elevar las exigencias que él mismo enfrentaba para la preservación y conquista de los espacios de poder público.

Con el PRI en el gobierno y por su compromiso con el destino democrático del país, fue posible superar las tentaciones hacia los autoritarismos de izquierda y de derecha, que aparecieron en el entorno de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría.

Con el PRI se realizaría una transformación de gran profundidad, al dejar atrás la tradición de los gobiernos presididos por militares, para arribar a los de carácter civil, en un proceso sin fracturas ni enfrentamientos.

En lo sucesivo, los gobiernos emanados de la revolución derivaron su legitimidad en el consenso de las distintas fuerzas políticas y en la continuidad de los programas de gobierno.

Sus principios fundamentales han sido:

  • Desarrollo económico;
  • Justicia social;
  • Reforma agraria;
  • Protección de los derechos de los trabajadores
  • Educación gratuita para todos
  • Disciplina de las fuerzas armadas al poder civil
  • Ensanchamiento continuo de las libertades políticas
  • La afirmación de la independencia de la nación frente al exterior.

 

3.1. Declaración de Principios del Partido Revolucionario Institucional.

 

La declaración de principios de un partido es el conjunto de ideología de carácter político, económico y social, en este caso, el PRI tiene su basamento, como se ha establecido líneas arriba en:

  1. La libertad;
  2. La democracia;
  3. La justicia social; y,
  4. La tolerancia.

En todo caso el propósito es lograr el México incluyente en que cada ciudadano pueda reconocerse como parte de la Nación en los siguientes ámbitos:

  1. Partido;
  2. Estado;
  3. Sociedad; y,
  4. Entorno mundial.

Se entiende como Partido, aquél comprometido con la observancia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. No acepta la subordinación ni apoyo económico de extranjeros ni Ministros de algún Culto u Organizaciones Religiosas.

Que lucha por la democracia entendida como un constante mejoramiento económico, político, social y cultural del pueblo. Promueve la modernización de México con democracia y justicia social.

Por Estado, uno Social de Derecho, basado en un orden constitucional eficaz y moderno, defensor de las Garantías Individuales; que propicie la democracia integral, y que por tanto, asegure la participación ciudadana en la toma de decisiones de la vida pública.

Se respete la división de poderes y la colaboración entre los mismos, así como la participación responsable y comprometida de todas las fuerzas políticas en la construcción de mayorías estables que garanticen la gobernabilidad democrática.

Que esté comprometido con el combate a la pobreza, que ofende la dignidad humana, debilita el tejido social y frena el desarrollo del país.

Se refrende a la educación pública de calidad con suficiente cobertura en todos sus niveles, como el medio más importante para contrarrestar la desigualdad social.

Defienda la propiedad originaria de la nación.

Proteja los recursos naturales y el desarrollo de las fuentes de energía renovables.

Erradique cualquier forma de discriminación y respete los derechos humanos.

En cuanto a la sociedad, busca una ciudadanía sustentada en la equidad económica fundada en valores de tolerancia y fraternidad, buscar métodos para que se erradique la discriminación entre los mismos ciudadanos y promover la equidad de género. Busca una sociedad que encuentre en la juventud el propósito de sus más grandes esfuerzos sustentada en la libertad, la justicia y el derecho a decidir el rumbo de la Nación a través de una efectiva democracia representativa.

 

Con relación al entorno mundial, pretende influir en el proceso de globalización y para orientar la política exterior de México. El PRI reivindica la tradición de una política internacional de principios y postula su compromiso de apoyar la paz con las naciones del mundo.

Nos pronunciamos por la activa defensa de los derechos humanos y laborales de los migrantes

3.2. El régimen y la regulación interna en sus estatutos del Partido Revolucionario Institucional.

Se enuncian como sigue:

 

TÍTULO PRIMERO

De la naturaleza, fines e integración del Partido

 

Capítulo I

De la Naturaleza del Partido

 

Es un partido político nacional, popular, democrático, progresista e incluyente, comprometido con las causas de la sociedad; con los principios de la Revolución Mexicana y sus contenidos ideológicos plasmados en la Constitución.

 

El Partido Revolucionario Institucional impulsa la participación ciudadana que se expresa en la diversidad social de la nación mexicana, con la presencia predominante y activa de las clases mayoritarias, urbanas y rurales.

El Partido se forma por la alianza social, plural y democrática de las organizaciones sociales que está integrado, por sus sectores Agrario, Obrero y Popular, y por ciudadanos individualmente o agrupados en organizaciones nacionales y adherentes. Que sostienen los principios  que se identifican de la Revolución Mexicana.

 

El emblema y los colores del partido se caracterizan y diferencian al Partido se describen como sigue:
Un círculo dividido en tres secciones verticales destacadas en color verde, blanco y rojo de izquierda a derecha, respectivamente, enmarcadas en fondo gris.

El lema del Partido Revolucionario Institucional es «Democracia y Justicia Social”.
El Partido puede constituir frentes, coaliciones y candidaturas comunes con partidos políticos, así como acuerdos de participación con agrupaciones políticas y otras organizaciones en apego a la Constitución Política

 

Capítulo II

De los Fines del Partido

 

Es impulsa el perfeccionamiento del sistema político mexicano a través del ejercicio democrático, a fin de que el poder público sea expresión de la voluntad mayoritaria del pueblo mediante el sufragio universal, libre, directo, secreto, personal e intransferible.

 

Competir democráticamente por el poder público;

 

Alcanzar, ejercer y mantener democráticamente el poder para llevar a la práctica sus Documentos Básicos;

 

Vigilar y exigir que los integrantes de los poderes públicos, federales y locales, cumplan sus responsabilidades democráticas y ejerzan el poder y sus funciones dentro de los límites constitucionales y legales en beneficio de los mexicanos;
Atender las causas ciudadanas, las expresiones, opiniones y aspiraciones de la sociedad, a fin de que sus demandas se conviertan en políticas públicas; Establecer programas permanentes de capacitación política, ideológica y electoral de sus militantes y simpatizantes

 

Capítulo III

De las Normas Internas

 

El Partido se rige por los principios y normas contenidos en su Declaración de Principios, Programa de Acción, Estatutos, y en las resoluciones de la Asamblea Nacional y del Consejo Político Nacional.

 

Reglamento del Consejo Político Nacional;

Reglamento Interior de las comisiones Nacional, Estatales y del Distrito Federal de Justicia Partidaria;

Reglamento de Estímulos y Reconocimientos;

Reglamento de Sanciones;

Reglamento Interior de la Comisión Nacional de Procesos Internos;

Reglamento para la Elección de Dirigentes y Postulación de Candidatos;

Reglamento de Medios de Impugnación;

Reglamento del Sistema Nacional de Cuotas;

Reglamento de las Organizaciones Adherentes;

Acuerdo General de Financiamiento; y

Los demás que sean necesarios.

 

A toda iniciativa de reformas o adiciones deberá recaer un acuerdo del Consejo Político Nacional.

 

El Consejo Político Nacional, con fundamento en las disposiciones contenidas en los instrumentos normativos, aprobará los planes, programas y plataformas electorales que normarán las actividades del Partido y de sus miembros.

 

Los Documentos Básicos y sus reformas o adiciones entrarán en vigor de conformidad con lo dispuesto por la legislación de la materia y se publicarán en el órgano de difusión del Partido.

 

Capítulo IV

De la Integración del Partido

 

El Partido Revolucionario Institucional está integrado por ciudadanos mexicanos, hombres y mujeres, que se afilien individual y libremente y suscriban los Documentos Básicos del Partido.

 

Sección 1. De los afiliados. 

 

El Partido establece entre sus integrantes las siguientes categorías, conforme a las actividades y responsabilidades que desarrollen.

 

Los simpatizantes tendrán los siguientes derechos:

 

Solicitar su afiliación como miembros del Partido;

 

Participar de los beneficios sociales, culturales y recreativos derivados de los programas del Partido; y

 

Ejercer su derecho a voto, por candidatos o dirigentes del Partido, cuando las convocatorias respectivas así lo consideren.

 

Sección 2. De los sectores

 

La estructura sectorial del Partido se integra por las organizaciones que forman sus sectores Agrario, Obrero y Popular. Son la base de la integración social del Partido.

 

El Sector Agrario (CNC). Está constituido por las organizaciones campesinas, que históricamente han estado adheridas al Partido, así como las que se incorporen en el futuro. En este sentido, mantendrá una política de activismo permanente, privilegiando las causas más sentidas de la sociedad.

 

El Sector Obrero (CTM) Está constituido por las organizaciones de trabajadores, que históricamente han estado adheridas al Partido, así como las que se incorporen en el futuro. En este sentido, mantendrá una política de activismo permanente, privilegiando las causas más sentidas de la sociedad.

 

El Sector Popular (CNOP) Está constituido por las organizaciones de ciudadanos con intereses populares compartidos, que históricamente han estado adheridas al Partido,

Sección 3. De las organizaciones nacionales y adherentes

 

Podrán ser integrantes del Partido las organizaciones que en cumplimiento a las normas que las rigen, se adhieran y protesten cumplir los Documentos Básicos,

 

Contar con un mínimo de 3,000 asociados en todo el país que se asuman militantes o simpatizantes del Partido y con órgano directivo de carácter nacional,

Disponer de documentos básicos que sean congruentes con los del Partido

 

Sección 4. De las Mujeres

 

Es un organismo Nacional de Mujeres Prisitas establecerá en sus documentos básicos su vinculación con el Partido. Sus normas internas no podrán contravenir los principios del Partido. Sin menoscabo de su autonomía, los mecanismos y modalidades de renovación de sus dirigencias, deberán ser revisados por el Partido.

 

Sección 5. De los Jóvenes

 

El Frente Juvenil Revolucionario es la organización de carácter nacional por medio de la cual los jóvenes se incorporan a la acción política del Partido y cuya acción y desarrollo se rige por sus documentos fundamentales, los cuales establecerán su vinculación con el mismo; sus normas internas no podrán contravenir los principios del Partido Revolucionario Institucional

 

Sección 6. De la Asociación Nacional de la Unidad Revolucionaria, A.C.

 

Está conformada por un Consejo, integrado por dirigentes del Partido en todos sus niveles, por los militantes de la Asociación y por los militantes que estime, quienes serán garantes de los principios del Partido y en especial de los principios de la Revolución Mexicana.

 

Sección 7. Del Instituto Político Empresarial.

 

El Partido reconoce como instancia de participación al Instituto Político Empresarial, el que se integra por empresarios nacionalistas, comprometidos con los ideales del propio Partido.

 

Sección 8. De la Estructura Territorial

 

La Estructura Territorial se integra por los comités seccionales en los que se agrupan los miembros del Partido individualmente, en cada una de las secciones en que se dividen los distritos uninominales del país. Ya que su función es  organizar y llevar a cabo la acción política y la actividad electoral permanente de los priistas. Es el centro renovado y activo de la vida política y cultural, de acción electoral y de iniciativas para el desarrollo de la comunidad, así como para la creación y ampliación de círculos de afiliados y de simpatizantes.

 

Sección 9. Del Movimiento Territorial

 

El Movimiento Territorial deberá coordinar sus acciones con la estructura seccional, municipal, o delegacional, estatal y nacional, a efecto de que cada una de ellas cumpla con la actividad política y social que le corresponde de acuerdo a los presentes Estatutos.

 

Capítulo V

De los Mecanismos de Afiliación

 

Podrán afiliarse  los ciudadanos mexicanos, hombres y mujeres, que libre e individualmente, y en los términos de la Constitución, la legislación electoral vigente y estos Estatutos, expresen su voluntad de integrarse al Partido, comprometiéndose con su ideología y haciendo suyos los Documentos Básicos.

 

TÍTULO SEGUNDO

De las Garantías, Derechos y Obligaciones Partidarias
Capítulo I

De las Garantías y los Derechos de los Afiliados

 

Libertad de expresión oral y escrita al interior del Partido

 

Libertad de suscribir corrientes de opinión y de hacer propuestas de adición o reformas al contenido de los Documentos Básicos e instrumentos normativos del Partido;

Garantía de audiencia con las instancias correspondientes de dirección del Partido, organización o sector; y

 

Igualdad partidaria, entendida como igualdad de oportunidades en igualdad de circunstancias, para ejercer los derechos y cumplir las obligaciones  que señalan estos Estatutos.
Incorporarse al Sector, Movimiento Territorial u organización que sea afín a sus intereses y causas sociales.

 

Estar inscrito en los padrones de militantes y capacitación, nacionales y estatales así como en los registros de enterantes de cuotas.

 

Los miembros del Partido Revolucionario Institucional tienen los derechos.

Hacer de la carrera partidista
Acceder a puestos de elección popular
Acceder a puestos de dirigencia del Partido

 

Impugnar por los medios legales y estatutarios
Votar y participar en procesos internos para elegir dirigentes y postular candidatos

Recibir capacitación política y formación ideológica;

 
Presentar iniciativas, proyectos, programas y propuestas sobre los fines y actividades del Partido
Interponer ante el órgano competente, como complemento al derecho de audiencia, los recursos contra las sanciones que les sean impuestas;

Solicitar a las Comisiones de Justicia Partidaria investigar las presuntas violaciones a los Documentos Básicos; y
Los demás que les confieran estos Estatutos.

 

De las Obligaciones Partidarias 
Sección 1. De los militantes.

 

Los militantes del Partido tienen las obligaciones siguientes:

 

Conocer, acatar y promover los Documentos Básicos del Partido;
Cubrir sus cuotas puntualmente en los términos que determine el Reglamento del Sistema Nacional de Cuotas;

 
Apoyar las labores políticas y electorales del Partido en la sección electoral que corresponda a su domicilio;
Fungir como representantes de casilla cuando el Partido lo designe para ese cargo; y
Votar y participar en los procesos internos para elección de dirigentes y postulación de candidatos, en los términos y procedimientos establecidos en los presentes Estatutos, el Reglamento y la convocatoria respectivos.

 

Sección 2. De los cuadros de partido.

 

Mantener vínculos activos y permanentes con las estructuras partidarias, a fin de apoyar el desarrollo y cumplimiento de sus tareas y objetivos; aportar su experiencia y conocimientos así como colaborar en las actividades de Partido cuando así se requiera;

 

Sección 3. De los dirigentes de partido

 

Promover y vigilar el estricto cumplimiento de los Documentos Básicos y los instrumentos normativos señalados en el Estatuto.

 

Desarrollar un programa de visitas a las comunidades;

 

Abstenerse de ocupar cargo, empleo o comisión pública alguna en gobiernos emanados de algún otro partido distinto al Revolucionario Institucional, excepto aquellos que sean del personal sindicalizado, servicio civil de carrera y elección popular, así como los de carácter académico.

 

TÍTULO TERCERO

 
De la Organización y Dirigencia del Partido

 

Capítulo I

De la Estructura Nacional y Regional

 

Los órganos de dirección del Partido

 

La Asamblea Nacional;
El Consejo Político Nacional;
El Comité Ejecutivo Nacional;
La Comisión Nacional de Justicia Partidaria;
La Defensoría Nacional de los Derechos de los Militantes;
Las asambleas Estatales, del Distrito Federal, municipales, delegacionales y seccionales;

 

Los consejos políticos Estatales, municipales y delegacionales;
Las Comisiones Estatales y del Distrito Federal de Justicia Partidaria;
Las Defensorías Estatales y del Distrito Federal de los Derechos de los Militantes;
Los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal, municipales o

delegacionales; y

 

Los comités seccionales.

 

TÍTULO CUARTO
De la Elección de Dirigentes y de la Postulación de Candidatos a Cargos de Elección Popular

 

Capítulo I: De la Elección de Dirigentes

 

Sección 1. De los procesos de elección para las asambleas.

 

Se da a través del voto personal, libre, secreto, directo e intransferible, conforme al procedimiento que determine el Consejo Político

 

Sección 2. Del proceso de elección de consejeros políticos.

 

Se requiere que los miembros, militantes, cuadros y dirigentes cumplan con los requisitos.

 

Sección 3. Del Presidente y Secretario General de los comités.

 

Ser cuadro de convicción revolucionaria, de comprobada disciplina y lealtad al Partido, contar con arraigo y prestigio entre la militancia y la sociedad, tener amplios conocimientos de los postulados del Partido y reconocido liderazgo;

Capítulo II

De la postulación de candidatos a cargos de elección popular

 

Sección 1. De los requisitos para ser candidatos.

Sección 3. De la promoción de la representación de pueblos indígenas y sectores específicos de la sociedad.

Sección 4. De los procedimientos para la postulación de candidatos.

Sección 5. De las obligaciones de los Candidatos y Precandidatos.

 

TÍTULO QUINTO

De los Organismos Especializados

 

Los Organismos Especializados en actividades de investigación, educación, capacitación política, divulgación y tareas editoriales, son los órganos competentes del Partido para realizar las funciones que en esta materia establece el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y los ordenamientos electorales locales respectivos, en su caso.

 

Sección 1. De la Fundación Colosio, A.C.
Sección 2. Del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político, A.C.
 
Sección 3. Del Comité Nacional Editorial y de Divulgación.

 

TÍTULO SEXTO

Justicia Partidaria

 

Capítulo I
Del Sistema de Justicia Partidaria

 

Capítulo II

De las Comisiones Nacional, Estatales y del Distrito Federal de Justicia Partidaria

 

Capítulo III

 De la Defensa de los Derechos de los Militantes

 

Capítulo IV
De los Estímulos

Capítulo V

 
De las Sanciones

 


 

Capítulo cuatro

 

La alternancia democrática de 1989 AL 2000

 

El PRI mantuvo hegemonía política hasta 1989 cuando su competidor, el Partido Acción Nacional (PAN) surgido en 1939 como un movimiento de la clase media en lucha por la aplicación de los principios revolucionarios, ganó la gubernatura de Baja California.

Hasta el 2000, cuando el PAN ganó la Presidencia de la República, los presidentes de México fueron emanados del PRI; el PAN repitió triunfo en la Presidencia en el año 2006.

4.1. Presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (CEN del PRI).[11]

Periodo         Dirigencia    Presidente                           Asamblea

                                          de la República                                  

 

1 marzo 1929   Emilio Portes Gil Plutarco Elías Calles
Presidente del Comité Organizador del Partido Nacional Revolucionario (PNR)
 
4 marzo 1929 Presidente
Manuel Pérez Treviño
Secretario General
Luis I. León
Emilio Portes Gil Asamblea Constitutiva
1 al 4 de marzo de 1929
 
10 febrero 1930 Presidente
Basilio Badillo
Secretario General
Matías Rodríguez
Pascual Ortiz Rubio  
 
22 abril 1930 em>Presidente
Emilio Portes Gil
Secretario General
Genaro V. Vázquez
Pascual Ortiz Rubio  
 
15 octubre 1930 Presidente
Lázaro Cárdenas
Secretario General
Silvestre Guerrero
Pascual Ortiz Rubio  
 
28 agosto 1931 Presidente
Manuel Pérez Treviño
Secretario General
Gonzalo N. Santos
Pascual Ortiz Rubio  
 
12 mayo 1933 Presidente
Melchor Ortega
Secretario General
Fernando Moctezuma
Abelardo L. Rodríguez  
 
9 junio 1933 Presidente
Manuel Pérez Treviño
Secretario General
Bartolomé Vargas Lugo
Abelardo L. Rodríguez  
 
25 agosto 1933 Presidente
Carlos Riva Palacio
Secretario General
Federico Medrano V.
Abelardo L. Rodríguez  
 
14 diciembre 1934 Presidente
Matías Ramos Santos
Secretario General
Antonio Villalobos
Secretario General
José María Dávila
Lázaro Cárdenas del Río  
 
15 junio 1935 Presidente
Emilio Portes Gil
Secretario General
Ignacio García Téllez
Lázaro Cárdenas del Río  
 
25 agosto 1936 Presidente
Silvano Barba González
Secretario General
Esteban García de Alba
Lázaro Cárdenas del Río  
 
30 marzo 1938   Lázaro Cárdenas del Río Asamblea Constitutiva del Partido de la Revolución Mexicana (PRM)
 
2 abril 1938 Presidente
Luis I. Rodríguez
Secretario General
Esteban García de Alba
Lázaro Cárdenas del Río  
 
19 junio 1939 Presidente
Heriberto Jara Corona
Secretario General
Gustavo Cárdenas Huerta
Lázaro Cárdenas del Río  
 
19 junio 1939   Lázaro Cárdenas del Río I Ordinaria
1-3 de noviembre de 1939
 
2 diciembre 1940 Presidente
Antonio I. Villalobos
Secretario General
Florencio Padilla
Secretario General
Gustavo Cárdenas Huerta
Manuel Ávila Camacho  
 
18 enero 1946   Manuel Ávila Camacho II Ordinaria
18 de enero de 1946
Asamblea Constitutiva del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
 
2 diciembre 194 Presidente
Antonio I. Villalobos
Secretario General
Florencio Padilla
Secretario General
Gustavo Cárdenas Huerta
Manuel Ávila Camacho  
 
18 enero 1946 Presidente
Rafael P. Gamboa
Secretario General
Ernesto P. Uruchurtu
Manuel Ávila Camacho II Ordinaria
18 de enero de 1946
Asamblea Constitutiva del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
 
5 diciembre 1946 Presidente
Rodolfo Sánchez Taboada
Secretario General
Teófilo R. Borunda Ortiz
Segundo Secretario General
José López Bermúdez
Tercer Secretario General
Adolfo López Mateos
Miguel Alemán Valdés  
    Adolfo Ruiz Cortines I Ordinaria
2-4 de febrero de 1950
 
4 diciembre 1952 Presidente
Gabriel Leyva Velázquez
Secretario General
José Gómez Esparza
Adolfo Ruiz Cortines  
      II Ordinaria
5-7 de febrero de 1953
 
26 abril 1956 Presidente
Agustín Olachea Avilés
Secretario General
Rafael Corrales Ayala
Adolfo Ruiz Cortines  
    dolfo López Mateos I Extraordinaria
15-17 de noviembre de 1957
 
4 diciembre 1958 Presidente
Alfonso Corona del Rosal
Secretario General
Juan Fernández Albarrán
Secretario General
Rodolfo González Guevara
Adolfo López Mateos  
    Adolfo López Mateos III Ordinaria
27-30 de marzo de 1960
    Adolfo López Mateos II Extraordinaria
15-17 de noviembre de 1963
 
4 diciembre 1964 Presidente
Carlos A. Madrazo
Secretario General
Lauro Ortega
Gustavo Díaz Ordaz  
    Gustavo Díaz Ordaz IV Ordinaria
28-30 de abril de 1965
 
22 noviembre 1965 Presidente
Lauro Ortega
Secretario General
Fernando Díaz Durán
Gustavo Díaz Ordaz  
 
27 febrero 1968 Presidente
Alfonso Martínez Domínguez
Secretario General
Enrique Olivares Santana
Gustavo Díaz Ordaz  
    Gustavo Díaz Ordaz V Ordinaria
26-27 de febrero de 1968
    Gustavo Díaz Ordaz III Extraordinaria
13-15 de noviembre de 1969
 
7 diciembre 1970 Presidente
Manuel Sánchez Vite
Secretario General
Vicente Fuentes Díaz
Luis Echeverría Álvarez  
      VI Ordinaria
4.5 de marzo de 1971
 
21 febrero 1972 em>Presidente
Jesús Reyes Heroles
Secretario General
Enrique González Pedrero
Luis Echeverría Álvarez  
    Luis Echeverría Álvarez VII Ordinaria
19-21 de octubre de 1972
 
25 septiembre 1975 Presidente
Porfirio Muñoz Ledo
Secretario General
Augusto Gómez Villanueva
Luis Echeverría Álvarez VIII Ordinaria
25 de septiembre de 1975
 
4 diciembre 1976 Presidente
Carlos Sansores Pérez
Secretario General
Juan Sabines Gutiérrez
Subsecretario General
Luis del Toro Calero
José López Portillo  
    José López Portillo IX Ordinaria
10-12 de agosto de 1978
    José López Portillo X Ordinaria
25-26 de octubre de 1979
 
8 diciembre 1979 Presidente
Gustavo Carvajal Moreno
Secretario General
José de las Fuentes Rodríguez
José López Portillo  
 
19 marzo 1981 Presidente
Javier García Paniagua
Secretario General
Guillermo Cosio Vidaurri
José López Portill  
      XI Ordinaria
9-11 de octubre de 1981
 
14 octubre 1981 Presidente
Pedro Ojeda Paullada
Secretario General
Manuel Bartlett Díaz
José López Portillo  
 
2 diciembre 1982 Presidente
Adolfo Lugo Verduzco
Miguel de la Madrid Hurtado XII Ordinaria
 
8 octubre 1986 Presidente
Jorge de la Vega Domínguez
Secretaria General
Irma Cue de Duarte
Secretario General
Humberto Lugo Gil
Secretario General
Manuel Camacho Solís
Secretario General Adjunto
Manuel Garza González
Miguel de la Madrid Hurtado  
      XIII Ordinaria
2-4 de marzo de 1987
 
3 diciembre 1988 Presidente
Luis Donaldo Colosio
Secretario General
Rafael Rodríguez Barrera
Carlos Salinas de Gortari  
    Carlos Salinas de Gortari XIV Ordinaria
1-3 de septiembre de 1990
 
13 abril 1992 Presidente
Rafael Rodríguez Barrera
Secretaria General
Beatriz Paredes Rangel
Carlos Salinas de Gortari  
 
14 mayo 1992 Presidente
Genaro Borrego Estrada
Secretaria General
Beatriz Paredes Rangel
Secretario General
José Luis Lamadrid Sauza
Carlos Salinas de Gortari  
 
30 marzo 1993 Presidente
Fernando Ortiz Arana
Secretario General
José Luis Lamadrid Sauza
Secretario General
Ignacio Pichardo Pagaza
Secretario General Adjunto
Esteban Moctezuma Barragán
Carlos Salinas de Gortari  
    Carlos Salinas de Gortari XVI Ordinaria
28-30 de marzo de 1993
 
13 mayo 1994 Presidente
Ignacio Pichardo Pagaza
Secretario General
José Francisco Ruiz Massieu
Secretario General Adjunto
Esteban Moctezuma Barragán
Carlos Salinas de Gortari  
 
3 diciembre 1994 Presidente
Ma. de los Angeles Moreno
Secretario General
Pedro Joaquín Coldwell
Ernesto Zedillo Ponce de León  
 
19 agosto 1995 Presidente
Santiago Oñate Laborde
Secretario General
Juan S. Millán Lizárraga
Ernesto Zedillo Ponce de León  
 
    Ernesto Zedillo Ponce de León XVII Ordinaria
19-21 de septiembre de 1996
 
15 diciembre 1996 Presidente
Humberto Roque Villanueva
Secretario General
Juan S. Millán Lizárraga
Ernesto Zedillo Ponce de León  
 
11 septiembre 1997 Presidente
Mariano Palacios Alcocer
Secretaria General
Socorro Díaz Palacios
Secretario General
Carlos Rojas Gutiérrez
Ernesto Zedillo Ponce de León  
 
1 abril 1999 Presidente
José Antonio González Fernández
Secretaria General
Dulce María Sauri Riancho
Ernesto Zedillo Ponce de León  
 
30 Noviembre 1999 Presidente
Dulce María Sauri Riancho
Secretario General
Esteban Moctezuma Barragán
Ernesto Zedillo Ponce de León  
 
5 Febrero 2002 Presidente
Roberto Madrazo Pintado
Secretaria General
Elba Esther Gordillo Morales
Vicente Fox Quezada  
 
31 agosto 2005 Presidente
César Augusto Santiago Ramírez
Vicente Fox Quezada  
 
31 agosto 2005 Presidente
Mariano Palacios Alcocer
Secretaria General
Rosario Green
Vicente Fox Quezada  
 
4 marzo 2007 Presidente
Beatriz Paredes Rangel
Secretario General
Jesús Murillo Karam
Felipe Calderón Hinojosa  
 
4 marzo 2011 Presidente
Humberto Moreira Valdés
Secretaria General
María Cristina Díaz Salazar
Felipe Calderón Hinojosa  

 

4.2. Presidentes de la República Mexicana surgidos de las filas del Partido Revolucionario institucional (PRI), antecesores y momento histórico.[12]

 

Plutarco Elías Calles, 1924-1928.

 

En diciembre tomó protesta como presidente electo.

1925 se funda el Banco de México.

1926 inauguró el Banco de Crédito Agrícola.

Septiembre del mismo año se da la rebelión Yaqui. A lo largo de este mismo año inauguró una cantidad importante de escuelas.

1927 llegaron a la capital 600 yaquis.

1928 se dan lugar a varios combates de los federales contra los cristeros.

Julio se efectuaron elecciones presidenciales.

En diciembre de ese mismo año el Lic. Emilio Portes Gil protestó como presidente provisional de la República ante el Congreso de la Unión.

1926 Inicio de la guerra cristera

 


 

Emilio Portes Gil, 1928-1930

 

1925 fue gobernador constitucional del Estado de Tamaulipas

Del 28 de agosto al 30 de noviembre de 1928, desempeñó el cargo de Secretario de Gobernación.

El 17 de julio de ese año fue asesinado el Presidente electo Alvaro Obregón y Portes Gil fue designado por el Congreso para asumir, provisionalmente, la Magistratura cuando concluyera el periodo del Presidente Calles. Se hizo cargo del poder el 30 de noviembre y, conociendo la brevedad de su interinato, afirmó que su objetivo más importante sería garantizar la limpieza de la siguiente elección presidencial.

Durante su mando tuvo que enfrentarse a la rebelión cristera y a los escobaristas, y el conflicto religioso se encaminó a una transacción.

Portes Gil entregó el poder el 15 de febrero de 1930 y fue, más tarde Secretario de Gobernación con el Presidente Ortiz Rubio y primer representante de México ante la Liga de las Naciones.

 

Pascual Ortiz Rubio, 1930-1932

 

Fue Diputado del Congreso de la Unión como miembro del grupo renovador.

El 30 de abril de 1915, obtuvo el grado de General de Brigada

1917 asumió el gobierno de Michoacán. Al triunfar el movimiento de Agua Prieta, fue Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas.

1929, diciembre, el Presidente Calles lo nombró Ministro en Alemania y, nuevo embajador de Brasil.

17 de noviembre de 1929, fue nombrado candidato a la Presidencia por el PNR, enfrentó a José Vasconcelos. Tras haber vencido en las elecciones, tomó posesión el 5 de febrero de 1930 y aquél mismo día, al abandonar el palacio municipal, fue herido y se vio obligado a dejar el poder en manos de sus colaboradores durante 60 días.

Llevó el poder hasta el 4 de septiembre de 1932, cuando se vio obligado a renunciar por la oposición de ambas cámaras, de los gobernadores de los Estados y del General Calles.

 

Gral. Abelardo L. Rodríguez, 1932-1934

 

El PNR en enero de 1933 formó comisiones técnicas para formular el Plan de Gobierno y el plan Sexenal.

En agosto del mismo año se amplió a 40 millones de pesos la emisión de bonos de deuda pública interior en noviembre se aplicó en Querétaro la Ley de Cultos.

El 8 de diciembre del mismo año el Gral. Cárdenas inició su gira política por el país.

1934, 22 de mayo se efectuó una manifestación contra la educación sexual en León Guanajuato. En agosto del mismo año se expidió la Ley Orgánica del Art. 38 Constitucional en materia de monopolios.

En septiembre se promulgó el nuevo Código Sanitario Federal y la Ley de Funcionamiento del Ministerio Público Federal.

5 de Noviembre se abrió la Universidad Socialista en Monterrey.

30 diciembre el Gral. Lázaro Cárdenas protestó como presidente de la República ante el Congreso de la Unión.

 

LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO, 1934-1940

 

Participó en la Revolución Constitucionalista

1930 dejó el cargo de gobernador de Michoacán para presidir al Partido Nacional Revolucionario y dirigir la campaña de su candidato: Pascual Ortiz Rubio.

Cuando se postuló como candidato a la Presidencia por el PNR, Cárdenas propuso un plan sexenal de gobierno. Recibió su nombramiento de manera sencilla y renunció a vivir en Chapultepec, pero mandó acondicionar un terreno conocido como la Hacienda de la Hormiga, y como plantó muchos pinos, se le llamó a este lugar «Los Pinos».

Si bien nombró a varios callistas como miembros de su gabinete por consejo de Calles y aún, por cierta amistad entre ellos, también mandó cerrar algunas casas de juego que eran propiedad de otros callistas.
Aunque en una entrevista Calles afirmó que la política de Cárdenas era demasiado populista, éste aseguró que continuaría favoreciendo a las organizaciones obreras y campesinas.

1935 pidió a todo su gabinete la renuncia, para desasirse de los callistas que ya no le apoyaban.

Calles, enterado de esto, regresó a México y es muy probable que preparara una rebelión contra el gobierno, cuando en abril de 1936 un grupo de oficiales se presentaron en su casa para darle a conocer la orden de su salida del país, junto con Luis L. León, Melchor Ortega y Luis N. Morones. Así terminó el periodo del maximato y también las secuelas de la guerra cristera.
Cárdenas dio apoyo a la educación y a la investigación.

Creó escuelas en zonas rurales principalmente, fundó el Instituto Politécnico Nacional, la Escuela Nacional de Educación Física, el Consejo Técnico de Educación Agrícola. Creó el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Departamento de Asuntos Indígenas.

Desarrolló la repartición de las tierras y los sistemas de irrigación y creó algunas instituciones de servicio social (el Departamento de Turismo, el Banco de Crédito Rural, el Tribunal Fiscal de la Federación… Transformó a la CROM -de origen callista- en CTM y expidió muchas leyes en favor de la sociedad. Construyó 12 presas y los cimientos de otras tres.

1937, 13 de junio de 1937 nacionalizó Ferrocarriles Mexicanos,

1938, 18 de marzo de, luego de un conflicto entre los obreros y los dueños de compañías petroleras, expropió también los bienes de las empresas extractoras de petróleo.

En el ámbito internacional, colaboró con la república española: le vendía armas, recibió a quinientos niños afectados por la guerra y luego a más de cuarenta mil republicanos exiliados.

Abrió también las puertas al comunista León Trotsky y a otros perseguidos políticos.
Entregó su cargo el 30 de noviembre de 1940.

 

MANUEL ÁVILA CAMACHO, 1940-1946

 

Los problemas con los que inició su gobierno Ávila Camacho no eran sencillos: la situación internacional era muy tensa por la Segunda Guerra Mundial e internamente no se estaba de acuerdo con la educación socialista implantada por Cárdenas.

Los problemas de desunión política parecieron resolverse en una ceremonia el 15 de septiembre de 1942, en la que participaron los expresidentes del México postrevolucionario.

Tras el hundimiento de dos barcos petroleros («Faja de Oro» y «Potrero del llano») por submarinos alemanes, Camacho declaró la guerra a las fuerzas del Eje el 22 de mayo de 1942.

México colaboró bélicamente con el Escuadrón 201, pero su participación, muy importante en el triunfo de los aliados, fue básicamente laboral y productiva. Muchos mexicanos fueron enviados a las fábricas estadounidenses para cubrir a los hombres que se habían ido a la guerra.

Ávila Camacho reinstauró las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña y La Unión Soviética.

México se incorporó a la Organización de las Naciones Unidas y en 1944 fue sede de la Conferencia Interamericana sobre los problemas de la guerra y la paz mundial.

Durante su mandato se fundó el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Observatorio Astrofísico de Tonanzintla, el Instituto Nacional de Cardiología y el Colegio Nacional.

1942 México inicia su participación en la Segunda Guerra Mundial

 

MIGUEL ALEMÁN VALDEZ, 1946-1952

 

Durante su periodo de gobierno, se dio el voto a la mujer en las elecciones municipales.

Creó el Banco Nacional del Ejército y la Armada así como la Secretaría de Recursos Hidráulicos.

Se decretaron las leyes General de Población, Forestal, de Caza y Pesca, de Derechos de Autor y Federal Sobre Impuestos Mercantiles.

Se creó la Comisión Nacional de Turismo, el Premio Nacional de Ciencias y Artes y el Instituto Nacional Indigenista.

Nació también la Comisión Nacional de Bellas Artes, de la Juventud Mexicana y la Comisión Nacional Cinematográfica. Se inauguraron varias carreteras y comenzó el cultivo en algunas tierras ya irrigadas por grandes presas. Se construyó Ciudad Politécnica, Ciudad Universitaria y la Escuela Militar de Zapopan, en Jalisco.

Sin embargo, hubo que pedir un préstamo al Banco Internacional de la Reconstrucción e inició la devaluación del peso. Terminó su cargo presidencial el 30 de noviembre de 1952.


 

ADOLFO RUÍZ CORTINES, 1952-1958

A la muerte del secretario de gobernación de Miguel Alemán, el doctor Héctor Pérez Martínez, fue nombrado Adolfo Ruiz Cortines su sucesor.

1951 dejó este cargo para postularse como candidato a la presidencia.
Durante su cargo, Ruiz Cortines expropió latifundios extranjeros en el norte del país y estableció precios de garantía para las cosechas.

Formó el Programa de Progreso Marítimo, llamado Marcha Mar; y la Comisión Federal de Electricidad otorgó el servicio a más de seiscientas localidades. Ernesto P. Uruchurtu regente del Distrito Federal llevó a cabo grandes obras públicas en la ciudad.

1954, estableció el aguinaldo, un mes de salario por cada año de antigüedad del trabajador; y dio plenos derechos ciudadanos a la mujer (elegir y ser elegida para cargos públicos).

Una nueva devaluación dejó el tipo de cambio a 12.50 pesos por dólar. Entregó el cargo presidencial a Adolfo Ruiz Cortines.

Desde finales del mes de marzo, las autoridades de la ciudad preparaban un posible encuentro entre Porfirio Díaz, presidente de México y Mckinley de los Estados Unidos de América. (El Paso Herald Post, 27 de marzo de 1901, 1)

 

 

 

 

ADOLFO LÓPEZ MATEOS, 1958-1964

 

Durante su periodo presidencial nacionalizó la industria eléctrica y se declaró el dominio de la nación sobre la plataforma continental y el espacio aéreo.

Fue creado el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Más de trescientas mil hectáreas comenzaron a ser utilizadas para el cultivo gracias a mil obras pequeñas de irrigación.
Se estableció la repartición de los desayunos escolares y se edificaron cincuenta mil viviendas populares. En 1964 se terminó la construcción de la Unidad Profesional de Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional, así como el espléndido edificio del Museo Nacional de Antropología.

1959 fue reprimida enérgicamente una huelga de ferrocarrileros que no estuvieron de acuerdo con las resoluciones legales establecidas por el gobierno.

López Mateos llevó a cabo varios viajes al extrajeron, con el fin de entablar relaciones de amistad con otros países. Intervino en favor de Cuba cuando éste se declaró socialista y se opuso a que fuera excluida de la Organización de Estados Americanos.

Negoció con Estados Unidos la devolución de un pequeño territorio llamado «El Chamizal», que había pasado a manos de los norteamericanos cuando el Río Bravo cambió su cauce unos kilómetros.

Entregó su cargo a Gustavo Díaz Ordaz el 1° de diciembre de 1964.

 

GUSTAVO DIAZ ORDAZ, 1964-1970

 

Se construyó la presa de La Amistad en Coahuila y se adquirieron dos ferrocarriles de corto tránsito: el Intercaliforniano y el de Nacozari.

Se desarrolló la telefonía nacional e internacional; creció la red de carreteras en 14, 200 kilómetros y fueron modernizados y construidos más de cincuenta aeropuertos.

Fue en este periodo que se iniciaron las labores del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) con dos líneas la que va de Pantitlán a Tacubaya, y la de Taxqueña a Cuatro Caminos.

Sin embargo hubo en este periodo graves problemas a los que no fue fácil encontrarles solución: La migración de muchos campesinos a la ciudad, lo que causó problemas serios de vivienda. En Guerrero se hicieron evidentes los problemas en asuntos ejidales y de cacicazgo.

En Sonora hubo fuertes manifestaciones en contra del gobierno local, y tuvo que intervenir el ejército. Todas estas situaciones conflictivas se presentaron en un periodo muy delicado, pues México había sido elegido como sede de la XIX Olimpiada.

Los problemas se agravaron por el surgimiento de un movimiento que aglutinó en numerosas marchas y manifestaciones al estudiantado de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional, culminando en una matanza durante un mitin en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.

Marcados por este lamentable acontecimiento transcurrieron los Juegos Olímpicos y el resto del periodo presidencial de Echeverría.

 

 

 

 

LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ, 1970-1976

 

A los 22 años fue Secretario Particular del General Rodolfo Sánchez Taboada, que presidía el PNR.

Ocupó distintos cargos oficiales, entre ellos el de Secretario de Gobernación en el gabinete del Presidente Díaz Ordaz.

1969, 14 de noviembre, fue elegido candidato del PRI a la presidencia de la República.

Las elecciones del 5 de julio de 1970, le dieron la victoria y gobernó del 1 de diciembre del mismo año, hasta el 30 de noviembre de 1976. El periodo presidencial de Echeverría, cargó con las consecuencias, muy recientes todavía, de la represión oficial del movimiento estudiantil de 1968.

En el ámbito internacional y económico, se iniciaba un fenómeno de inflación-recesión, que puso de manifiesto la vinculación de todas las economías nacionales.

El gobierno optó por una política de «apertura» que permitiera restaurar la normalidad de la vida democrática.

En sus relaciones con el exterior, pretendió diversificar el comercio, las fuentes de tecnología y el financiamiento.

Pero el desorden económico mundial produjo en México un fenómeno calificado «de atonía». Y, durante todo su mandato la tasa de inflación fue creciendo hasta alcanzar, en 1976, el 27%.

 

 

 

JOSÉ LÓPEZ PORTILLO Y PACHECO, 1976-1982

 

Único candidato en su periodo de elecciones, López Portillo tomó el poder el 1° de diciembre de 1976.

Para beneficiar a los trabajadores con bajo salario modificó algunas leyes fiscales y se firmaron convenios con 140 empresas privadas para crear trescientos mil empleos. Fundó el banco obrero, con un capital de cien millones de pesos.

En el ámbito internacional, López Portillo es un personaje importante en las relaciones con España, pues fue el primer jefe de Estado mexicano que viajaba a ese país. Con este hecho, las relaciones se hicieron prometedoras.

España compró una fuerte cantidad de petróleo y azufre mexicanos. Basó el desarrollo económico en la explotación de bancos petrolíferos y en la obtención de créditos en el extranjero a partir de ésta, lo que causó serios problemas cuando se dio una baja mundial en el precio del petróleo.

El peso sufrió varias devaluaciones y la banca fue nacionalizada.

 

Miguel de la Madrid Hurtado, 1982-1988

 

De la Madrid recibió al país en una grave situación económica, empeorada por la deuda externa y las circunstancias políticas y económicas a nivel mundial. Con una política austera enfrentó problemas económicos muy fuertes, como el descenso del precio del petróleo a nivel mundial.

En el ámbito internacional, cooperó con un grupo diplomático encargado de procurar la paz en Centroamérica.

Un viaje por varios países europeos trajo como consecuencia un intercambio más intenso a nivel comercial, político y cultural.

A finales de su gobierno una muy fuerte devaluación afectó nuevamente la ya quebrantada economía mexicana.

Dejó su cargo a Carlos Salinas de Gortari.

 

Carlos Salinas de Gortari, 1988-1994

 

Asumió la presidencia el 1° de diciembre de 1988, en un periodo extremadamente complicado para México, pues la crisis continuaba afectando la economía nacional.

A través de lo que los especialistas llamaron «Terrorismo fiscal», Salinas obtuvo más ingresos; y se deshizo de muchas empresas propiedad del gobierno que funcionaban como pérdidas para reducir los gastos. Renegoció la deuda externa reduciéndola en un 26% e incluso.

1991, se reportó el primer superávit en muchos años.

Durante su sexenio, la red de carreteras se reestructuró y se puso en marcha el Programa Nacional de Solidaridad, que se encargó de dotar de agua, electricidad, o banquetas a pueblos lejanos de la ciudad.

A nivel internacional se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y se lograron muchos intercambios comerciales y culturales con diversos países.

En enero de 1994 se inició en Chiapas un levantamiento armado indígena que provocó una seria crítica internacional contra su gobierno. A partir de ello, sobrevinieron varios acontecimientos que desembocaron en la estrepitosa caída del peso al final de su mandato presidencial. De este modo quedó empañado su buen desempeño presidencial, el cual había hecho declarar a la prensa, tanto nacional como internacional que era el mejor gobernante de México en los últimos años. Entregó el poder a Ernesto Zedillo y se retiró al extranjero.

 

Ernesto Zedillo Ponce de León, 1994-2000

 

1968, como miembro de la moderada Agrupación Emiliano Zapata, participó en las protestas estudiantiles de ese año contra el presidente Gustavo Díaz Ordaz.

1971 ingresó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), la principal formación política de su país, de la que provenían todos los presidentes mexicanos desde su fundación.

Estudió en la Universidad de Yale (New Haven, Estados Unidos), gracias a una beca concedida por el gobierno mexicano.

1981 se doctoró en Ciencias Económicas. Durante los años posteriores a la crisis de la deuda mexicana de 1982 trabajó en el Banco de México, donde obtuvo una valiosa experiencia en política económica.

1988, diciembre, entró a formar parte del gabinete presidido por Carlos Salinas de Gortari como secretario (ministro) de Programación y Presupuesto, cargo que ostentó hasta enero de 1992.

Colaboró en la redacción de un plan nacional de desarrollo y en el establecimiento de una política económica que redujo la habitualmente alta tasa de inflación de México hasta cifras inferiores al 10%.

Durante parte de los dos últimos años de la presidencia de Salinas, Zedillo fue secretario de Educación (enero de 1992-noviembre de 1993). Desde ese cargo desempeñó un importante papel en la descentralización del sistema educativo federal que devolvió el control a los gobiernos de los estados, contrarrestando de este modo la influencia del poderoso sindicato nacional de maestros.

Dentro del PRI, Zedillo fue identificado como miembro del grupo de jóvenes tecnócratas que tuvo enfrentamientos con los dirigentes más viejos del partido por su apoyo a las medidas de reforma económica, entre ellas, la privatización de empresas públicas y la reducción de aranceles comerciales con otros países, apoyando la aprobación del Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC), también conocido como NAFTA.

1994, marzo, tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI,  Zedillo fue designado nuevo candidato de su partido. En una carrera a tres bandas por la presidencia, Zedillo tuvo que enfrentarse a la dura oposición de un adversario tradicional, el Partido de Acción Nacional (PAN), encabezado por Diego Fernández de Ceballos, y a la del recién creado Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas. En las elecciones presidenciales de agosto de 1994, que fueron consideradas por algunos observadores y estudiosos como las más limpias de la historia de México, Zedillo fue elegido presidente de la República.

Tras ser investido presidente el 1 de diciembre de 1994, se enfrentó a una crisis económica inmediata, cuando los inversores extranjeros y nacionales perdieron la confianza en un peso sobrevalorado, provocando, en pocas semanas, la caída de su valor en más de un 40% frente al dólar.

El préstamo económico realizado por Estados Unidos, con la ayuda de organizaciones internacionales y de otros países, proporcionó un alivio inmediato a los mercados financieros y al gobierno de Zedillo. Sin embargo, a partir de ese momento éste tuvo que enfrentarse a una vertiginosa subida de la inflación, a la disminución de la confianza de los inversores y, a los ojos de la mayoría de los economistas, a una recesión prolongada.

La voluntad de Zedillo también se vio desafiada por la creciente agitación social, alimentada por el declive de las economías de muchos mexicanos y por un nuevo movimiento revolucionario, el de los zapatistas, surgido en el estado de Chiapas el 1 de enero de 1994, durante los meses finales de la presidencia de Salinas de Gortari.

Pasó a ser considerado, definitivamente, el artífice de la apertura política mexicana que permitió, en julio de 1997, la victoria electoral de Cuauhtémoc Cárdenas como jefe de gobierno del Distrito Federal en la misma fecha en la cual el PRI dejaba de poseer la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

En el 2000, antes que el IFE, anunció al país el triunfo en la Presidencia de la República de un partido distinto al suyo que gobernó hasta su sexenio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo cinco

 

Evolución del Partido Revolucionario Institucional (PRI)

 

El estallido de la revolución mexicana, la cual se dio en los años de 1910 a 1917, la inestabilidad que había imperado en esas épocas, una autoridad un tanto cuanto precaria. Fueron dando paso al proceso quizá tortuoso en que se derivó el proceso de formación del Estado Mexicano. Aunado al proyecto constitucional de 1917.

 

La formación del Estado, la articulación del poder, el cumplimiento de la autoridad política tanto en el espacio territorial como en el ámbito social, la vigencia de las instituciones en que éste cobra vida y acción, fue determinante para conformar el orden social del país.

Un segundo conjunto de elementos para caracterizar al régimen político surgido en el proceso y como consecuencia de la Revolución Mexicana era de orden comparativo.

La comparación incluía, el logro de la continuidad institucional combinada con una alta tasa de crecimiento económico. Situación que contrastaba notablemente con otras formaciones sociales de América Latina, que durante el  mismo periodo, o no arribaran a mantener altas tasas de crecimiento o vieron interrumpida la continuidad de su institucionalidad política.

Un tema necesario de destacar y sobre el cual hay una inmensa literatura, es origen del Estado autoritario.

Esta característica permitió que nuestro país desarrollara en la década de los treinta un conjunto de políticas que contó con los consensos necesarios de los diversos grupos que se habían aglutinado alrededor de un proyecto nacional encabezado en ese momento por el Gral. Lázaro Cárdenas.

Es en el período que va de 1934 a 1940  cuando se crean las estructuras políticas que permitieron darle estabilidad al  sistema político mexicano; la creación de Confederación Nacional Campesina   (CNC), que sirvió para aglutinar a los sectores campesinos; el surgimiento de la Confederación de Trabajadores de México (CTM),  como principal instrumento de control del sector laboral, la institucionalización del ejército mexicano, la transformación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) a Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938 y la consolidación del poder presidencial, que dio origen a la existencia del tan criticado presidencialismo mexicano.

Entre las asociaciones mencionadas anteriormente y la figura presidencial, ostentadora del poder político comenzaba a vislumbrarse esa interacción necesaria para el mantenimiento del sistema. Aunado a esto el completo dominio de una clase en las cúpulas de poder, lo cual se extendió por décadas.

En términos generales podríamos enumerar algunas de las características principales del sistema político mexicano, que perduraron hasta finales de los años ochenta, puesto que algunas se han modificado de forma radical, los cuales señalaremos en su momento:

La existencia de un Presidente cuyo poder es casi absoluto, el cual llega a su máximo nivel con la designación de su sucesor. La forma coloquial que a la fecha aún recordamos, suponiendo que haya desaparecido en su totalidad, “el dedazo”.

Una élite que diseña las políticas económicas con un nivel de preparación y competencia bastante alto, que ocupa la mayoría de los puestos gubernamentales importantes, debido no necesariamente a su capacidad  profesional y técnica, sino en ocasiones a la estrecha relación de amistad y lealtad con el Presidente, ex -presidentes o destacados miembros de la clase política, que  con frecuencia se remontan a los tiempos de su formación universitaria. Alrededor de una figura de peso político y/o económico se aglomeraban otros notables, que su situación no distaba mucho del personaje principal, se iban formando cuadros y grupos de poder, se maduraban por un determinado lapso de tiempo, tanto en conocimientos académico profesionales como en experiencia política, siempre cobijados por una o varias figuras influyentes al interior del Partido. Por eso es fácil comprender como, era prácticamente imposible arrebatarle el poder a las esferas que desde épocas posrevolucionarias lo retenían. No había cabida ni tolerancia para grupos divergentes.

Un partido político dominante (PRI), cuya  función más importante ha sido la movilización de las masas y el modelamiento de la opinión pública.

Partidos políticos de oposición que fomenta el mismo sistema, los cuales operan dentro de ciertos límites poco definidos.

Una economía que es mezcla compleja de empresas estatales en los sectores claves, la presencia marcada de capitales extranjeros.

En todo caso, lo que tendríamos  que concluir, es lo que bien escribió  Daniel Cosío Villegas, el cual citaremos; “las dos piezas centrales y características del sistema político mexicano son un poder ejecutivo – o más específicamente, una presidencia de la Republica- con facultades de una amplitud excepcional, y un partido político oficial predominante”[13].

 

5.1. El presidencialismo mexicano (1940-2000).

 

La presidencia de la República como una pieza clave en nuestro sistema político encuentra su más clara manifestación en el presidencialismo mexicano, aquí pretendemos ubicarlo tan solo en un espacio y tiempo concreto que encuentre su  propia especificidad en el papel  que  juega como eje principal sobre el cual giran las principales decisiones políticas y económicas, así como  su notable influencia para el reclutamiento, formación, ascenso, consolidación y movilidad de la élite política, fundamental en la vida política y económica nacionales, a partir de las facultades que le confiere la Constitución Política.

Para comprender un poco mejor, me permitiré enunciar las facultades y obligaciones que constitucionalmente obtiene el presidente de la República enunciadas en el artículo 89.

Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente, son las siguientes:

I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión, proveyendo en la esfera administrativa a su exacta observancia.

II. Nombrar y remover libremente a los secretarios del despacho, remover a los agentes diplomáticos y empleados superiores de Hacienda, y nombrar y remover libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes;

III. Nombrar los ministros, agentes diplomáticos y cónsules generales, con aprobación del Senado.

IV. Nombrar, con aprobación del Senado, los Coroneles y demás oficiales superiores del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacionales, y los empleados superiores de Hacienda.

V. Nombrar a los demás oficiales del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacionales, con arreglo a las leyes.

VI. Preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación.

VII. Disponer de la Guardia Nacional para los mismos objetos, en los términos que previene la fracción IV del artículo 76.

VIII. Declarar la guerra en nombre de los Estados Unidos Mexicanos, previa ley del Congreso de la Unión.

IX. Designar, con ratificación del Senado, al Procurador General de la República;

X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del Senado. En la conducción de tal política, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; y la lucha por la paz y la seguridad internacionales;

XI. Convocar al Congreso a sesiones extraordinarias, cuando lo acuerde la Comisión Permanente.

XII. Facilitar al Poder Judicial los auxilios que necesite para el ejercicio expedito de sus funciones.

XIII. Habilitar toda clase de puertos, establecer aduanas marítimas y fronterizas, y designar su ubicación.

XIV. Conceder, conforme a las leyes, indultos a los reos sentenciados por delitos de competencia de los tribunales federales y a los sentenciados por delitos del orden común, en el Distrito Federal;

XV. Conceder privilegios exclusivos por tiempo limitado, con arreglo a la ley respectiva, a los descubridores, inventores o perfeccionadores de algún ramo de la industria.

XVI. Cuando la Cámara de Senadores no esté en sesiones, el Presidente de la República podrá hacer los nombramientos de que hablan las fracciones III, IV y IX, con aprobación de la Comisión Permanente;

XVII. Se deroga.

XVIII. Presentar a consideración del Senado, la terna para la designación de Ministros de la Suprema Corte de Justicia y someter sus licencias y renuncias a la aprobación del propio Senado;

XIX. Se deroga.

XX. Las demás que le confiere expresamente esta Constitución[14].

Esa excesiva concentración del poder político en la figura presidencial determina en buena medida, que el presidente permita la participación política de los diversos grupos en las decisiones que afectan al Estado, aunque en último momento es él quien decida cual es la mejor alternativa, constituyéndose siempre en lo que un ex presidente llegó a bautizar con la expresión de “fiel de la balanza”.       Es decir, que los espacios de la vida pública y privada están notablemente influidos por las decisiones presidenciales, las cuales tienden en momentos a beneficiar a ciertos grupos políticos con presencial al interior del sistema y en las principales estructuras del poder político. Pero al mismo tiempo, ese mismo poder presidencial limita o condiciona la participación y el ascenso al poder político de los diferentes grupos o individuos.

De ahí que establezcamos que una característica fundamental para tener acceso a los canales de participación política en el sistema mexicano es la pertenencia a un grupo  político en especial, o de pertenecer al llamado círculo íntimo del presidente para poder ser considerado como miembro de la élite política mexicana.

Este predominio del Ejecutivo ha significado un robustecimiento de la “institución presidencial”, que juega un papel de mediador en los conflictos que se establecen entre los distintos grupos económicos, así como el de responder a las necesidades de los diversos grupos políticos pertenecientes a la llamada  familia revolucionaria.

Como escribiera alguna vez  Carlos Monsivais; “¿Cuáles son los alcances de un presidente? Extraordinarios en cierto modo: nombra y protege, concede, coarta o facilita la corrupción, es la medida de toda su carrera política, le da el tono a los estilos de su  sexenio.  En otro sentido no parecen  serlo tanto: en el terreno de las transformaciones mundiales. Si este poder no es minimizable, tampoco es magnificable[15].

Pero el  presidencialismo es la teoría de la desmesura, y el mito del presidencialismo que implanta las formaciones burocráticas, simplemente no toma en cuenta el orden financiero internacional, el imperialismo norteamericano, las prohibiciones y los intereses de la iglesia católica, el capitalismo nacional, la autonomía creciente de la burocracia, el  “independentismo”, policiaco, las estructuras mismas del país en suma”.

Como hemos visto en este periodo se dieron varios factores que influyeron para que el resultado del naciente sistema fuera convirtiéndose en un “presidencialismo”, que para finalizar con esta etapa solamente enunciaremos de manera sencilla y así dejar expuesto en términos sencillos pero amplios en su fondo los motivos que dieron pie y  permitieron conservar esta situación.

A)   El Presidente era el jefe del partido predominante; el cual se había integrado por las grandes centrales obreras, campesinas y profesionales, que hemos enunciado.

B)   EL debilitamiento del poder legislativo, debido a que, en su mayoría los legisladores son miembros del partido predominante, resultante obviamente del mismo dominio ejercido políticamente y saben que si se oponen al presidente las posibilidades de éxito que tienen son casi nulas y que seguramente están así frustrando su carrera política, otro claro ejemplo de la supremacía ejercida por el Presidente y su control casi total al seno de la institución política.

C)   La integración, en buena parte, de la Suprema Corte de Justicia por elementos políticos que no se oponen a los asuntos en los cuales el presidente está interesado. Al igual que los legisladores, no era posible una confrontación con la figura del Ejecutivo, aunque el dominio sobre esta, no era comparable con la de los parlamentarios, aún así existía este fenómeno.

D)   La marcada influencia en la economía a través de los mecanismos del banco central, de los organismos descentralizados y de las empresas de participación estatal, así como las amplias facultades que tiene en materia económica.

E)   La institucionalización del ejército, cuyos jefes dependen de él. Puede entenderse esto, ya que los primeros en ocupar el poder después de la revolución eran personajes puramente militares.

F)   La fuerte influencia en la opinión pública a través de los controles y facultades que tiene respecto a los medios masivos de comunicación. Que a su vez influían en la opinión pública, además de no haber una apertura en cuanto a la diversidad de los medios.

G)   La concentración de recursos económicos en la federación, especialmente en el ejecutivo.

H)   Las amplias facultades constitucionales y extra constitucionales, como son las facultades de designar a su sucesor y a los gobernadores de las entidades federativas. Proceso que se realizaba al interior del partido, que llegaba hasta los puestos más básicos del organigrama municipal, estatal y obviamente a la federación.

 

5.2. La transición de sistema de partido dominante al multipartidismo.

 

A partir de 1994 el sistema mexicano puede ser descrito como un sistema en transición, especialmente en sus estructurales electorales y su división de poderes. Parece estar avanzando hacia un modelo más pluralista que incluye rasgos asociados con las entidades políticas democráticas, pero todavía no ha completado la transición.

Factores sociológicos, políticos, económicos e ideológicos, al ser persistentes mantienen la mutación al sistema, aunque no en la medida que se intenta, si  otorga los medios propios para satisfacer las exigencias.

Estos factores comenzaron a dejar sentir su progreso en México, de pasar de una forma “semicompetitiva”, donde se daba espacio para nuevos grupos pero no oportunidad real y práctica de acercarse al poder, a la forma “competitiva” aún con un partido dominante, en las elecciones federales de 1994, que de alguna manera fue un proceso más limpio, pero aún no equitativo; limpio en el sentido de que el gobierno como tal, ya no intervino en el proceso, pero aún así estaban vigentes viejas prácticas, del presidencialismo y el ejercicio del partido dominante. Seguía siendo fundamental este elemento, de aquí se avanzó a  un multipartidismo, primeramente no competitivo, posteriormente semicompetitivo de ahí a competitivo.

 

Partido dominante:

 

Este partido domina completamente a otros partidos en un periodo determinado. Impone a la Nación sus doctrinas, sus ideas en un periodo determinado[16].

 

Multipartidismo:

 

Es el sistema político en cuyos procesos participan competitivamente más de dos partidos políticos por sí mismos o mediante coaliciones, sin que uno sólo de ellos sea capaz de dominar la arena política.[17]

 

 

5.3. El PRI, El sistema política mexicano y la transición democrática

 

La transición política y democrática en México la mencionamos a partir de los eventos trascendentes del Lic. Carlos Salinas de Gortari hasta llegar a los posibles candidatos de PRI para el 2012.[18]

 

Carlos Salinas de Gortari

 

  • Elecciones de Carlos Salinas de Gortari:

De cara a los comicios federales de 1988, el Frente Democrático Nacional (FDN) postuló a Cuauhtémoc Cárdenas, el Partido Acción Nacional (PAN) a Manuel J. Clouthier, el Partido Demócrata Mexicano (PDM) apoyó a Gumersindo Magaña y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), a la Señora Rosario Ibarra.

La crisis política y económica por la que atravesaba el sistema se reflejó en el abstencionismo. En las elecciones de 1988 apenas votaron 19 millones de mexicanos.

Además, el PRI perdió su avasalladora presencia en una gran cantidad de entidades federativas, principalmente en Chihuahua, Jalisco, Michoacán, el Estado de México y, sobre todo, en el Distrito Federal.

Por otro lado la noche del 6 de julio, Cuauhtémoc Cárdenas denunció irregularidades electorales tales como la presencia de urnas embarazadas, el empleo de tinta no indeleble para la votación y la expulsión de los representantes de los partidos de las casillas.

Sorpresivamente, las autoridades de la Comisión Federal Electoral informaron que el sistema de cómputo “se había caído”. La “falla técnica” suscitó todo tipo de especulaciones.

Después vinieron, ante el silencio oficial, los informes pronunciados por Clouthier y por Cárdenas.

Al final de la jornada, los resultados oficiales dieron al candidato priísta el 50.74% de los votos, Cuauhtémoc Cárdenas obtuvo –según los mismos- el 31.06% de los sufragios y Clouthier el 16.8% de las preferencias electorales.

Los resultados de los comicios federales de 1988 fueron seriamente cuestionados y muchos se negaron a reconocer la legitimidad política del Presidente Carlos Salinas de Gortari.

Así entonces, se cuestionó la legitimidad del gobierno, la prueba del más amplio agotamiento del sistema, que se reflejó, por un lado, en el altísimo abstencionismo, y por otra parte, la caída en el porcentaje de votación que recibió el PRI.

  • Gobierno de Carlos Salinas de Gortari como Presidente de México:

El gobierno salinista se enfrentó a la mayor apatía y descrédito político y a una crisis económica heredada y todavía irresuelta.

En el ámbito económico intentó construir una economía más saludable y en cierta medida, durante los primeros años de su mandato, pareció haberlo conseguido, estableciendo por 1994 las bases para el crecimiento macroeconómico que, sin embargo, no se tradujo en el ámbito de la microeconomía.

Ahora bien, en el ámbito macroeconómico se puede reconocer que en 1988 la deuda pública representaba el 62% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para finales de 1992 se había reducido a un 28.4%; en junio del mismo año, se cancelaron pasivos por casi 7,200 millones de dólares. Para 1992 se habían desincorporado del gobierno 362 entidades no estratégicas, destacando Teléfonos de México y la privatización bancaria. Igualmente, hacia 1993, la inflación se había reducido de un 160% en 1987 a tan sólo el 10%.

Adicionalmente, la firma del “Tratado de Libre Comercio” (TLC), creó una gran expectativa. Dejó atrás décadas de proteccionismo económico, que apenas terminaban en 1986 con el ingreso de México al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio).

El TLC permitía la entrada al país de exportaciones norteamericanas con la pretensión de incorporar nuestra economía al mercado global, donde México estaría llamado según lo esperado oficialmente a convertirse en un país de “primer mundo”.

Otra pieza clave fue el “Programa Nacional de Solidaridad” (PRONASOL) que se concretó en 1992 en la Secretaría de Desarrollo Social. A través de recursos públicos, destinados principalmente a infraestructura y servicios públicos para las zonas marginales de la nación.

De acuerdo con el nuevo discurso salinista, tras décadas de crisis endémicas, finalmente, México pertenece al “primer mundo”; pues se reconoce que para finales de 1993 existieron indudables avances en materia “macroeconómica”, sin embargo, no fue así en materia “microeconómica”, pues muchos de los rezagos heredados de anteriores gobiernos no pudieron ser resueltos, entre otros aspectos, el más importante el efecto elevado del desempleo y una erosión acumulada del poder adquisitivo de los mexicanos, que dentro de un sistema financiero incapaz de ofrecer alternativas para facilitar pagos demasiado onerosos, resultantes de la asimetría de una economía inestable, generó la creación de movimientos sociales de diversos deudores a la banca comercial, como: el Barzón(apoyo a deudores en el sector primario), Ciudadanos deudores de la banca (deudores de clase media); ONAPAFA, Organismo Nacional en defensa del Patrimonio de las Familias (vehículos chocolates).

Y así mismo, creció y proliferó como consecuencia un alto índice de comercio informal, el éxodo de los migrantes a los Estados Unidos de Norteamérica, donde la desigualdad propiciaba un desgaste en el tejido social, ocasionando el surgimiento de la violencia, la inseguridad pública y narcotráfico.

Retornando a la crisis política, en las elecciones locales de Campeche, Zacatecas y Chihuahua el abstencionismo fue de nuevo el gran protagonista. En Michoacán el PRD, impugnó las elecciones. En Baja California se dio, en 1989, el primer caso en 60 años,, de una entidad federativa gobernada por la oposición: Ernesto Rufo Appel asumió la Gubernatura del Estado con un Congreso Local mayoritariamente panista.

Otros importantes tropiezos electorales del PRI fueron Guanajuato y Chihuahua; el primero de éstos Estados tras la renuncia del gobernador electo, tomó posesión el panista Carlos Medina Plascencia y en la segunda entidad federativa, cuando asumió la gubernatura el panista Francisco Barrios Terrazas.

El PRI asumió una debacle electoral sin precedente con la pérdida de importantes enclaves, con gran importancia estratégica y como consecuencia el fortalecimiento de la oposición principalmente el PAN en el nuevo ejercicio del país sobre la “democracia”.

Aunado a lo anterior, la imposición de Fausto Zapata al frente del gobierno de San Luis Potosí y la extraordinaria fuerza que cobró el movimiento democrático encabezado por Salvador Nava, que trasladó al ámbito nacional un problema postelectoral local, evidenciándose la necesidad impostergable que surge en el sistema sobre la “democratización de México”.

El gobierno federal entre la ilegitimidad y el descrédito, los revés electorales y las presiones políticas, recurrió a la “concertación política” con resultados inciertos, manifestando una crisis de representatividad local al interior de la República, donde 16 Estados llegaron a ser dirigidos por gobernadores interinos y como consecuencia 31 millones de mexicanos vivían bajo el mandato de gobernantes que no fueron elegidos electoralmente.

Al interior del PRI, iniciada la administración de Carlos Salinas de Gortari, Jorge de la Vega Presidente del PRI, fue sustituido por Luis Donaldo Colosio Murrieta, el favorito del Presidente, donde tenía el nuevo Presidente del PRI la encomienda de “federalizar el partido”, es decir, descentralizándolo y ciudadanizándolo (1989-1992).

Colosio a finales de abril de 1992 dejó la Presidencia del PRI, para ocupar la nueva supersecretaría de Desarrollo Social, encargada del principal programa en materia social “Solidaridad”. Tras su salida llegó al PRI al relevo Rafael Rodríguez Barrera, donde su estancia fue efímera tan sólo de un mes, para que tras la XV Asamblea Nacional, fuera designado como nuevo Presidente del CEN del PRI Genaro Borrego Estrada.

Durante la presidencia de Borrego Estrada se concertó el Pacto-Obrero Campesino y se fundó el Movimiento Territorial; también se constituyeron la Asamblea de Mujeres y el Parlamento de la Juventud.

En el ámbito político-electoral y como un recurso desesperado para legitimarse ante la sociedad mexicana y los demás actores políticos, en el año de 1990 se aprobó la reforma constitucional que habría de dar nacimiento al IFE (Instituto Federal Electoral) y al TRIFE (Tribunal Federal Electoral), promulgándose también una nueva ley electoral, el COFIPE (Código Federal de Instituciones y Procedimientos electorales).

Finalmente sobre el gobierno salinistas, hay que reconocer las importantes reformas Constitucionales a los artículos 3, 27 y 130, fundamentales para el Estado Mexicano, reconocidas como “Piedra Angular” de la Revolución Mexicana y de la Constitución de 1917 donde a pesar del desfase en el tiempo con respecto a la realidad del siglo XX eran auténticos tabús, abordándose con el riesgo de abrir verdaderas cajas de Pandora. La trascendencia de las reformas emprendidas en materia educativa, agraria y religiosa, ha permitido decir que Salinas fue el refundador del Estado Mexicano, denominándola en el PRI como la “reforma de la revolución”.

Salinas de Gortari, al final de su sexenio observó que había estabilizado la macroeconomía, había incorporado a México al primer mundo, había reformado al Estado Mexicano, había constituido un nuevo sistema electoral para mayor legitimidad al sistema político y, en el apogeo de su prestigio, había conseguido perpetuar su proyecto político imprimiendo como candidato del PRI a su delfín…

Luis Donaldo Colosio Murrieta

 

  • 1993 preparativos preelectorales para la campaña presidencial:

 

En marzo tuvo lugar el acto inaugural de la XVI Asamblea Nacional del PRI cuyo principal proyecto fue el “liberalismo social” en los Documentos Básicos, asumiendo a partir de entonces la Presidencia del PRI Fernando Ortiz Arana.

 

  • Candidatura de Luis Donaldo Colosio Murrieta:

 

Para finales de noviembre de 1993, se oficializa la candidatura de Luis Donaldo Colosio Murrieta, no sospechándose que para la madrugada del 1 de enero de 1994, fecha en que entraría en vigor el TLC, habría de comenzar un año difícil en la historia de México, amaneció el país con la noticia de la existencia de indicios de un levantamiento social al sur de México en el Estado de Chiapas, bajo el mando de “Ejercito Zapatista de Liberación Nacional” (EZLN) encabezado por Rafael Sebastián Guillén Vicente (alias “El subcomandante Marcos”), al mando de nueve mil rebeldes, tomó tres municipios de Chiapas donde durante 11 días combatieron por seguir avanzando terreno, lo que generó la atención de la secular marginación de los indígenas, teniendo hondas repercusiones en el acontecer nacional y en la imagen internacional sobre nuestro país; suponiendo una reivindicación a los derechos y las culturas indígenas, crítica frontal al liberalismo político salinista, al TLC y al oportunismo electoral de Pronasol, muestra de una gran contradicción y extremos de la sociedad mexicana. Para mediar el conflicto “zapatista” se designó como negociador a Manuel Camacho Solís, quien era otro precandidato fuerte para la sucesión presidencial de Salinas de Gortari.

Como consecuencia de lo anterior, la campaña de Luis Donaldo Colosio inició desangelada y se percibió como un abandono del Presidente Salinas respecto de su candidato, reacción quizá como consecuencia de aquel famoso discurso de fecha 6 de marzo del 1994, donde Luis Donaldo Colosio Murrieta, acentuó distancia entre el régimen salinista, al reconocer desigualdad, marginación y pobreza, declarando la necesidad de separar al PRI del Gobierno y de realizar una reforma política definitiva, ya que habló de “logros”, pero también de “insuficiencias” y “problemas pendientes”, habló de la necesidad de “transformarse” en un nuevo México.

 

 

  • Asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta:

 

Dos semanas después de éste hecho, el 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio Murrieta, Candidato oficial del PRI en la sucesión Presidencial, fue asesinado a las 19:11 horas en Lomas Taurinas, Tijuana, un suceso histórico que no se había presentado casi en 70 años desde el asesinato de Obregón, suceso histórico que marca un nuevo rumbo al país.

Meses después de éstos acontecimientos, en septiembre de 1994, sería también asesinado el excuñado de Salinas de Gortari, José Francisco Ruíz Massieu, quien era el Secretario del CEN del PRI.

Lo que enrarece aún más el ámbito político y las elecciones; embestían reclamos, guerrilla, pobreza, narcotráfico, desempleo, migración, violencia, magnicidios, inconformidad social…”los demonios andan sueltos”.

 

Ernesto Zedillo Ponce de León

 

  • Finales de 1994, candidato sustituto emergente, Presidente de la República Mexicana por casualidad:

La designación de Ernesto Zedillo como candidato sustituto del PRI a la Presidencia de México, fue una sorpresa desde para él mismo como para el país, siendo producto de la emergencia político-social.

Partiendo de la relativa estabilidad macroeconómica construida por Salinas de Gortari, Zedillo eligió como lema para su campaña “Bienestar para tú familia”; mientras tanto el PAN postuló como candidato a Diego Fernández de Ceballos y el PRD de nueva cuenta a Cuauhtémoc Cárdenas.

En una elección nutrida con la participación de un 78% del padrón electoral, Ernesto Zedillo Ponce de León ganó los comicios, en gran parte por el temor de violencia y de una espiral de inestabilidad económica, así se alcanza la legalidad y legitimidad de su gobierno.

  • Presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León:

Al iniciar Zedillo al frente de la Presidencia de la República Mexicana, en diciembre de 1994, la fuga de capitales extranjeros a consecuencia de la escalada de violencia que caracterizó precisamente al año de 1994, originando así, la consecuencia de la devaluación de la moneda (peso mexicano con respecto al dólar), y por ende una crisis económica cuya dimensión causo una repercusión mundial, conocida como el “efecto Tequila”, que erosionó el poder adquisitivo del peso al cien por ciento.

Los efectos de la devaluación se acentuaron en 1995, donde la economía mexicana decreció en un 6% creando una honda recesión económica que agudizó el problema del desempleo y la migración, provocando la quiebra de muchas empresas, que no estaban preparadas para la competencia internacional por la apertura comercial otorgada a través de la firma del TLC, también el país enfrentó la crisis del sector financiero, donde el estado absorbió los pasivos o préstamos incobrables de los bancos, muchos de dudosa legalidad, que fueron resultado de un proceso de privatización errática. La justificación política consistió en la salvaguarda de los ahorros de los mexicanos ante una inminente quiebra del sistema financiero.

Lo cierto es que el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA), que supuso para la hacienda pública la asimilación de deudas por 60 mil millones de dólares, también parece haber servido de “tapadera” para manejos dudosos.

Además debiéndose reconocer que a veinte años de distancia de privatizaciones no estuvo exenta de irregularidades con repercusiones sumamente onerosa, como fue el “rescate financiero” (Programas ADES-UDI´S) y otros como el carretero (concesiones en “MAXIMISTAS” al sector privado bajo el resguardo de consejos del sector público (SCT) Secretaría de Comunicaciones y Transportes).

Durante la administración de Zedillo, el país, que apenas se recuperaba de las crisis de los 80´s “década perdida” se hundió de nueva cuenta en una inmensa crisis económica denominándose “el error de diciembre”, por lo que Zedillo cae rápidamente en un desprestigio absoluto.

Ernesto Zedillo, al sentir que pagaba cuentas que no fueron originadas por su gobierno, ya que apenas iniciaba, en aras de la búsqueda de la recuperación de la credibilidad y confianza social, surgieron situaciones nunca antes vistas como la detención de Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente Carlos Salinas, debido a la pretendida complicidad con el narcotráfico y el lavado de dinero, el asesinato de José Francisco Ruíz Massieu, la crisis económica, la crisis política, el levantamiento armado, la organización de la sociedad civil para defender su patrimonio familiar, etc. En fin, más allá del linchamiento político, la “fractura” y la “descomposición” de la clase política, que venía gestándose desde tiempo atrás, continuó durante la administración zedillista, debilitando internamente al PRI, desestabilizando la gobernabilidad del país y contribuyendo al fortalecimiento progresivo de la oposición.

En referencia a éste último apunte, sobre el fortalecimiento de la oposición, es importante mencionar que para 1995, el PAN ganó las elecciones para Gobernador en los Estados de Jalisco y Guanajuato y posteriormente se sumaría Nuevo León y Querétaro. Igualmente, para 1997, Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal. Para 1998, el PRI perdió bastiones políticos en los Estados de Zacatecas, San Luis Potosí, Baja California, Yucatán Morelos y Chiapas.

Así mismo, el gobierno Zedillista se observo incapaz de resolver problemáticas de conflictos políticos importantes como la huelga de la UNAM, la conflagración zapatista, falta de firmeza en la aplicación de la ley y la administración de justicia, así como el surgimiento de un nuevo movimiento armado en Guerrero, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), acontecimientos que marcaron debilidades en la institucionalidad presidencial.

En el mandato de Zedillo hay que destacar que en 1994 se establece una importante restructuración del Poder Judicial de la Federación y en 1996 una trascendente Reforma Política, que termino de ciudadanizar al IFE, refundó el TRIFE para convertirlo el TEPJF (Tribunal Electoral y de Protección Judicial Federal), acrecentando las garantías del sistema electoral mexicano.

Durante el mandato de Zedillo el PRI encabezó una larga fila de dirigentes partidistas que se sucedieron en la comandancia del partido durante su gestión:

De 1994 a agosto de 1995 María de los Ángeles Moreno; sustituida por Santiago Oñate Laborde; en diciembre de 1996, tomó la Dirección Humberto Roque Villanueva, en septiembre de 1997 Mariano Palacios Alcocer, en abril de 1999 José Antonio González Fernández y finalmente en noviembre de 1999 Dulce María Sauri Riancho.

El sistema político experimentó dos situaciones trascendentes:

Zedillo marcaría distancia sana entre el Gobierno y el PRI, estableciendo un sistema interno de selección de candidato del partido a la presidencia, abdicando así el Presidente en turno al famoso “dedazo” o “destape oficial”.

  • Decisiones que marcarían un nuevo rumbo político a México:

Hacia finales de su sexenio Ernesto Zedillo Ponce de León afirmó: “no sería honesto ni correcto declararme satisfecho por lo alcanzado”, el gobierno en ese momento había logrado de nueva cuenta estabilizar la macroeconomía del país, había dado un paso adelante hacia la democratización interna del partido y estaba, aún sin saberlo, a punto de consumar la transición a la democracia que llevaría, a que después de más de 70 años, un partido diferente del PRI pudiera encabezar un nuevo gobierno.

Vicente Fox Quezada

 

  • Las elecciones del año 2000 y la alternancia:

Desde 1997, siendo entonces gobernador de Guanajuato y rompiendo todas las formas y tradiciones del sistema político, Vicente Fox anunció, con una exagerada anticipación, su intención de optar por la candidatura a la Presidencia de la República.

Finalmente en noviembre de 1999 fue postulado por el PAN y posteriormente apoyado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) fundado en 1986 y refundado en 1993, que se integraron para formar la “Alianza por el Cambio”.

Por su parte el PRI nominó a través de sus nuevos procedimientos democráticos de selección interna a candidatos, a su abanderado para la carrera presidencial: Francisco Labastida Ochoa.

El PRD, decidió de nueva cuenta por tercera ocasión postular a Cuauhtémoc Cárdenas.

La noche del domingo 2 de Julio de 2000, minutos antes de las 11:00 hrs. El Presidente Zedillo anunció el triunfo de Fox dentro de la jornada electoral.

Tras 71 años ininterrumpidos de permanencia en el poder, el PRI cedía la estafeta de la primera magistratura del país.

Con casi 16 millones de votos, representativos de más del 42% del total de los sufragios – contra el 37% alcanzado por Labastida- Vicente Fox Quezada obtuvo el triunfo en las elecciones presidenciales, sin embargo, el electorado mexicano le dio al PRI un “voto de confianza”, depositándole la mayoría de los asientos dentro del Congreso de la Unión.

El Presidente Zedillo, estructuró una transición democrática, garantizando el relevo pacífico del Poder Ejecutivo Federal al autodenominado “Gobierno del Cambio”.

El PRI tendría que enfrentar, a partir del 2000, el reto de sufrir una nueva y, ciertamente, la más radical de sus reformas –que aún esta pendiente de concluir-, el convertirse, de un partido hegemónico de estado en un partido democrático de oposición.

  • El “gobierno del cambio”:

Fox creó una enorme expectativa entre la ciudadanía al presentar la propuesta de “el gobierno del cambio” como una panacea, lo que se tradujo en apoyo popular y lo condujo a la presidencia, pero también es cierto que surgió pronto el desencanto y hasta frustración, de una administración que no supo articular los acuerdos necesarios para impulsar su propia agenda de gobierno.

En efecto, enfrentando a un Congreso opositor y sin la capacidad de interlocución política necesaria, muchas de las principales iniciativas presidenciales, incluidas las así denominadas “reformas estructurales” en materia laboral, energética y hacendaria, quedaron estancadas, creando una imagen de parálisis e incapacidad, que propició la percepción de una “presidencia débil”.

Resultó claro que el gobierno de Fox carecía de experiencia de gobierno y propició la sensación de una administración más bien improvisada, trascendió que la selección de algunos de sus altos funcionarios públicos de la federación se realizó a través de despachos privados de head-hunters, muchos de los colaboradores más cercanos a Fox empezaron a distanciarse de su gobierno desde los primeros años, su matrimonio con la Sra. Martha Sahagún, quien tenía su propia carrera política, fue vista con suspicacia por muchos y, además, el temperamento demasiado franco de Fox, tomó expresiones desafortunadas.

Sin embargo, vistas las cosas en perspectiva, la administración foxista tuvo logros indudables.

A pesar de su fracaso en la negociación con los zapatistas, impulsó una importante reforma en materia de derechos y cultura indígena, consiguió significativos avances en materia de trasparencia, acceso a la información pública, protección de datos personales y rendición de cuentas públicas; incorporó dentro del texto constitucional, los principios de no discriminación y de promoción de las personas con capacidades diferentes; alentó la apertura, competencia y libertad de los medios de comunicación masiva; consiguió bajar la inflación, elevar el poder adquisitivo real de los salarios, desarrollar un ambicioso programa de infraestructura en materia de comunicaciones y de vivienda y, a través del Programa Oportunidades, canalizó importantes recursos para el combate a la pobreza; igualmente, extendió mediante el Seguro Popular los beneficios de la seguridad social, dicho programa quedó en algunos aspectos pendiente de instrumentarse.

En materia de pobreza y desigualdad, en el año 2006, México seguía ocupando uno de los lugares más altos dentro del contexto latinoamericano.

En materia política internacional, sufrió un revés, debido a que no fue capaz de negociar un “acuerdo migratorio” con el gobierno de los Estados Unidos, pieza clave dentro de su propuesta de campaña y de su compromiso de gobierno, igualmente, en sus relaciones diplomáticas con el gobierno de Cuba, se enmarañaron en una serie de incidentes que mostraron una evidente falta de sensibilidad y de oficio político.

En lo que respecta a la política nacional, más allá de su incapacidad para generar los acuerdos para las reformas estructurales y el debilitamiento de la institución presidencial, su mayor derrota la sufrió con motivo del “desafuero” promovido contra el entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, lo que causó el efecto de contribuir a elevar la popularidad del político tabasqueño –quien se autoproclamó “políticamente indestructible”-, crispando el ambiente político, en vísperas de las elecciones de 2006, propiciándose una polarización, cuyas secuelas, siguen presentes para las elecciones del 2012.

  • El PRI durante el sexenio de Fox:

En lo que respecta a la vida del PRI durante el sexenio foxista, se destacaron cuatro enfoques:

  1. La aceptación de su derrota electoral en el año 2000.
  2. Su capacidad para asumir un nuevo rol de partido de oposición.
  3. Sitió, su descomposición y división interna, así como la progresiva pérdida de su fuerza electoral.
  4. La reforma de sus “Documentos Básicos”, sobre todo para la selección de candidatos.

Si bien es cierto que a pesar de las presiones políticas, Zedillo demostró su compromiso con la democracia, respaldada por la ciudadanización del Instituto Federal Electoral (IFE), que dificultaba cualquier injerencia artificial en el resultado de la elección, no debe escatimarse tampoco el hecho de que el partido, más quizá por la fuerza de los hechos que por propia convicción aceptó el resultado de los comicios de 2000 con un sentido de responsabilidad política y de institucionalidad, tanto más encomiable en vista de la actitud ambivalente adoptada por el PRD y de franco desconocimiento por López Obrador, tras las elecciones federales de 2006.

De igual forma, debe reconocerse que el partido asumió su nuevo papel nacional, sobre todo como gobierno en diversas entidades federativas y municipios, pero también como oposición dentro del Congreso Federal y si bien es verdad que se alió, indistintamente, con las diversas fuerzas políticas para conformar mayorías legislativas y constitucionales con un sentido de oportunidad, en ocasiones oportunistas, lo cierto es que participó, a lo largo de todo el sexenio, precisamente a través de los medios y cauces jurídicos e institucionales.

Durante el sexenio de Fox, el PRI se enfrentó a su “año aciago” en 2003, en que debió soportar la “crisis financiera” en la que lo sumió la onerosa multa que le impuso el Instituto Federal Electoral (IFE), por mil millones de pesos, derivados del empleo de recursos provenientes del Pemex durante la campaña electoral del 2000. También en el año del 2003, sufrió un duro revés electoral en los comicios federales intermedios, debido, entre otros factores, a la división y fractura que venía desarrollándose al seno de la dirigencia nacional.

Efectivamente, desde febrero de 2002, la dirigencia del partido fue confiada a Roberto Madrazo Pintado, quien arribó a la jefatura del instituto político en mancuerna con Elba Esther Gordillo, lideresa del sindicato de maestros, quien asumió desde ese momento la Secretaría General del CEN del PRI.

Sin embargo, los desacuerdos y enfrentamientos entre la cúpula partidista, el distanciamiento entre su secretaria general, su deposición por parte de la dirigencia nacional de la coordinación parlamentaria dentro de la Cámara de Diputados, su posterior participación en la conformación del Partido Nueva Alianza y su separación final del partido, generaron una importante fractura dentro del PRI.

Adicionalmente, la determinación de Madrazo para alcanzar la postulación del partido a la presidencia en 2006 y la presión aplicada a la estructura partidista para alcanzar dicha nominación, le generaron la oposición de un grupo encabezado por varios gobernadores priístas, autodenominados grupo de Unidad Democrática, pero conocidos, expresivamente, como el TUCOM (Todos Unidos Contra Madrazo).

La disputa del TUCOM contra Madrazo tensó esto hasta el extremo la precampaña presidencial, que entre los escándalos de corrupción, el autoritarismo y la disciplina partidista, exhibieron públicamente algunos de los vicios del pasado, de los que evidentemente, aún no había podido despojarse el PRI.

Para finales de marzo del 2005 y en preparación a la contienda presidencial de 2006, el partido reformó sus Documentos Básicos dentro de la XIX Asamblea Nacional.

En su Declaración de Principios, el PRI reafirmó su propuesta de “justicia social” a partir del concepto de la “democracia social” planteándose la “necesaria reforma del poder”, la “democratización”, la renovación del “pacto federal”, pero insistiendo también en la “rectoría del estado”.

Lo más destacado es la innovación en el replanteamiento del discurso nacionalista en el capítulo de “soberanía en la globalización”, donde se reconoce la necesidad de ubicarlo dentro del contexto de la mayoría interdependencia económica y política entre los estados.

Por su parte, dentro de los Estatutos del partido, se profundizaron las reformas de los procedimientos para la elección de dirigentes y postulación de candidatos, reformándose también la estructura del Consejo Político Nacional.

De cara a los comicios federales de 2006 y con motivo de la designación de Roberto Madrazo como candidato para la presidencia, en agosto de 2005 asumió la jefatura del partido, de nueva cuenta, mariano Palacios Alcocer.

El PRI bajo el gobierno de Felipe Calderón:

El PRI llegó a su 77 aniversario sumamente debilitado. A los festejos apenas acudieron 5 de los 17 gobernadores del partido y faltaron también varios líderes sindicales, Madrazo aparecía en las principales encuestas con apenas un 29% de las preferencias del electorado.

El fantasma de la disputa con Gordillo se hacía presente y los escándalos de corrupción y autoritarismo hicieron, sin duda, mella en la percepción interna y externa del partido durante la precampaña.

Por su parte, el PRD encabezó la “Alianza o Coalición por el Bien de Todos” que postuló a la primera magistratura a Andrés Manuel López Obrador.

Mientras tanto el PAN, tras varios acercamientos infructuosos para convocar el apoyo de otros partidos a su candidato, nominó al político michoacano, abogado de la Escuela Libre de Derecho y reconocido dirigente partidista, Felipe Calderón Hinojosa, como su aspirante para la contienda electoral.

Dentro del anterior contexto de desgaste del PRI y el rumbo de empate técnico, que ante la creciente popularidad de Calderón “desmarcaba” a Madrazo para ubicar la verdadera pugna por la presidencia entre el PAN y la Alianza, la debacle electoral de los priístas se hacía más previsible día a día.

En medio de una campaña organizada por el Instituto Federal Electoral, donde participaron 1 millón de mexicanos elegidos al azar como funcionarios de casilla, bajo el escrutinio público de casi 700 observadores internacionales, de 60 distintos países y organismos internacionales, la jornada electoral del 2 de julio la más concurrida en la historia de México, con la participación de 42 millones de votantes, transcurrió sin mayores contratiempos.

El candidato priísta no ganó las elecciones en ninguna entidad federativa.  Antes de las elecciones del 2006, el PRI tenía 223 diputados federales y 60 senadores. Después de las elecciones el partido retuvo tan sólo 104 curules en la Cámara Baja y 33 en la Cámara Alta.

El PRI pasó a ser la “tercera fuerza política” nacional, alcanzando apenas el 22.27% de los sufragios.

Por su parte el candidato del PAN se impuso en los comicios con un mínimo margen del 0.5%.

En efecto, en una reñida y cuestionada contienda electoral, con apenas el 35.89% de los sufragios (15 millones de votos), Felipe Calderón Hinojosa apenas alcanzó la victoria sobre su rival, Andrés Manuel López Obrador, quien consiguió el 31.31% de las preferencias electorales (14.7 millones de votos), aún parece que se escuchará los reclamos de la gente del PRD: “voto por voto” “casilla por casilla”.

Merece destacarse que en las elecciones de julio del 2006, el PAN alcanzó por primera vez la mayoría relativa en el Congreso Federal, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores. Sin embargo dicha mayoría no le permite a dicho partido, por sí sólo, la aprobación de las leyes, que requieren de acuerdo con la Constitución la mayoría absoluta de los votos de los congresistas, por lo que cualquier reforma legal, necesita actualmente el consenso de los demás partidos y de la formación de alianzas específicas.

El escaso margen de la victoria, aunado a la polarización de la campaña electoral, llevó a López Obrador a desconocer los resultados, denunciar un supuesto fraude electoral del estado y convocar al pueblo mexicano a ejercer s soberanía para proclamarlo como presidente…Organizó un plantón en el Paseo de la Reforma  de la Ciudad de México, orquestado con la anuencia del gobierno de la capital –detentado por el PRD-; donde esgrimió un “discurso de provocación” “¡al diablo con sus instituciones!”, los seguidores del candidato de la Alianza celebraron la “toma de tribuna” de San Lázaro por parte del PRD, cuyos legisladores impidieron al presidente Fox rendir su último Informe de Gobierno.

Felipe Calderón Hinojosa

En medio del anterior clima de crispación política, enfrentamiento y provocación, el 5 de septiembre de 2006, tras haber resuelto las impugnaciones y recursos presentados por los partidos políticos incluidos los promovidos por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el Tribunal Electoral Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró, por unanimidad de votos, la validez de la elección, entregando posteriormente al candidato triunfante, Felipe Calderón Hinojosa, la constancia de Presidente Electo para el período 2006-2012. Desde entonces, los principales gobiernos extranjeros y organismos internacionales, se sumaron al reconocimiento del nuevo Presidente de México.

La declaración y reconocimiento del nuevo Presidente de México, aunado al inicio de los trabajos legislativos dentro del Congreso de la Unión, han conducido al “movimiento lopezobradorista” a una marginación, a una pérdida del número y compromiso de sus simpatizantes y a la búsqueda, por parte de los propios perredistas, de un regreso a la vida pública institucional, si bien la propuesta sobre la Reforma Energética parece estarle proporcionando un nuevo estandarte de batalla, en el contexto de una severa crisis interna en el PRD con motivo de la sucesión de su dirigencia nacional en 2008.

  • Compromisos asumidos en campaña para su gobierno de Felipe Calderón Hinojosa:

El Presidente Calderón a lo largo de su campaña se comprometió con la ciudadanía en:

  • Impulsar el Estado de Derecho.
  • Consolidar una democracia efectiva.
  • Garantizar la seguridad pública.
  • Promover una economía competitiva, generadora de empleos.
  • Conseguir la igualdad de oportunidades.
  • Desarrollo sustentable.
  • Desarrollo de una política exterior responsable.

Y, aunque a cinco años de su mandato, deba reconocerse en el ámbito político la aprobación de una Reforma Fiscal y una Reforma Electoral, distintas en cualquier caso de las proyectadas desde el gobierno federal, así como estar promoviendo la discusión de la Reforma Energética y aunque se pueda observar una mayor lucha contra la delincuencia y en la búsqueda de generación de empleos, la realidad es que según la percepción de la mayoría, la Reforma Fiscal ha sido deficiente, la Reforma Electoral comprometió la autonomía del Instituto Electoral Federal (IFE), la guerra contra el crimen parece haber desatado una mayor violencia y todavía no se ha creado los puestos de trabajo que necesita la población económicamente activa.

Debe pues reconocerse una nueva dinámica de gobierno tras la relativa parálisis de la administración foxista ante su incapacidad para concretar acuerdos sociales y desarrollar exitosamente sus acciones de gobierno; pero de la misma cabe apuntar que todavía no se alcanzan – y en cinco años tampoco ha sido posible ver los resultados comprometidos por el gobierno blanquiazul con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa”.

Por lo que respecta al PRI, a pesar de haber iniciado el sexenio como la “tercera fuerza política nacional”, se ha recuperado significativamente en los últimos comicios electorales locales.

En efecto, dentro de dichas elecciones, se observó un desplome del PRD, una ligera baja del PAN y una evidente alza del PRI.

A este respecto y más allá de los resultados del 2006 que quedaron anteriormente expuestos, vale la pena destacar que el PRI para el 2008 gobierna 18 de 32 entidades federativas, mientras que el PAN regentea 8 y el PRD 6. Igualmente, el PRI gobierna la mayoría de las ciudades capitales, tiene el mayor número de diputados locales y de presidencias municipales, por lo que en términos de gobiernos locales y de fuerza electoral territorial, tras las últimas elecciones, el PRI tiene para el 2008 la mayor representación democrática en la República Mexicana, habiendo demostrado nuevamente una notable eficiencia electoral.

A nivel federal, el PRI sigue teniendo una influencia significativa con 106 de 500 diputados, frente a los 206 del PAN y los 127 del PRD y 35 de los 128 senadores –frente a los 52 del PAN y 31 del PRD, por cuanto que ninguno de los otros partidos puede alcanzar por sí mismo la mayoría absoluta en el Congreso Federal.

Por añadidura, desde un punto de vista interno, debe destacarse su nómina de militantes, de más de 1 millón de afiliados, además del esfuerzo que supuso en el año del 2007 la celebración de su IV Asamblea Nacional Extraordinaria, donde se reformaron sus documentos Básicos, destacando las Reformas de su Declaración de Principios, Programas de Acción, Estatutos y Código de Ética.

Dentro de dicha Asamblea Nacional se intentó profundizar la democratización de su estructura, pero llama de sobremanera la atención la redefinición de algunos principios, que atemperan su nacionalismo con un nuevo equilibrio entre soberanía y globalización, así como el énfasis puesto en temas como pluriculturismo y equidad de género.

Sin embargo a pesar de la importancia que pueda atribuirse a dicha Asamblea Extraordinaria, en mi opinión se quedó demasiado corta considerando la necesidad que tiene el partido de refundarse para sobrevivir.

Creo que sobre el balance que se haga sobre el PRI durante lo que va del sexenio calderonista, debe ponderarse sobre todo su nueva ubicación política como “partido del centro” en la que se está posicionando con efectividad, convirtiéndolo en una bisagra fundamental para la operación política de la nueva administración federal, permitiéndole jugar un papel protagónico en la construcción de los acuerdos nacionales.

  • Estrategias del PRI para ganar terreno y volver a la Presidencia de la República:

Es vital observar, la estrategia perfilada del PRI en la promoción como posible y muy probable candidato para las próximas elecciones del 2012 al aún Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

Con Enrique Peña Nieto, el grupo Atlacomulco y el PRI se aprestan a la reconquista de la Presidencia de la República a partir de ciertas circunstancias del 2008 a la fecha.

Consultados al respecto los exconsejeros del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) * Revista Proceso número 1662/del 07 de septiembre del 2008 al texto dice: Norberto López y Gabriel Corona sostienen que el primer paso es lograr que el PRI triunfe en los procesos electorales del 2009 para después lanzar al mexiquense como su candidato al 2012.

Y advierten que Peña Nieto está actuando a la vieja usanza: con amenazas, sobornos y negociaciones obscuras para eliminar a sus adversarios.

Al igual que la Doctora Ruth Carillo Téllez López y Corona fueron apartados del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) como parte de una reestructuración del instituto pactada por los partidos que integran el Congreso del Estado, dicen que su salida se inscribe en la estrategia de Peña Nieto y su grupo para apropiarse del Organismo Electoral con el fin de asegurar la victoria del PRI en la elección para presidentes municipales y diputados locales en marzo del 2009.

López insiste: “Después de más de 40 años de vida, el Grupo Atlacomulco se juega su futuro político en la elección del 2009, por eso sería desastroso para sus planes perder”.

Sin embargo, al observar los resultados de las elecciones del 2009 y 2010 como la estrategia que inició en 2008 se observa como el PRI está avanzando en gubernaturas estatales, presidencias municipales y diputaciones locales, probando que la estrategia establecida tanto desde éste grupo político, como del interior del propio PRI bajo la dirigencia de Beatriz Paredes Rangel y del relevo por parte de Humberto Moreira exgobernador de Coahuila al frente del PRI y el triunfo de Eruviel Ávila Villegas en la gubernatura del Estado de México el pasado 07 de julio del 2010; estrategias que han mostrado ser efectiva, demuestra la fuerza y recuperación del PRI.

De igual manera que cada uno de éstos escenarios políticos electorales son aprovechados como verdaderas plataformas políticas para todos los candidatos aspirantes en las elecciones del 2012 como Diputados Federales, Senadores de la República y obviamente la Presidencia de la República, encabezando la lista el exgobernador Enrique Peña Nieto; entre otros podemos mencionar al Senador Manlio Fabio Beltrones Rivera; y Beatriz Paredes Rangel.

Demostración de poder y mensaje a nivel nacional, donde se manifiesta capacidad de operación política.

Considerando pues el anterior contexto, se avisora el siguiente panorama:

a)    Radicalismo y progresiva marginalidad de López Obrador;

b)     Profunda división interna y crisis institucional dentro del PRD;

c)    Amplitud de miras de las propuestas planteadas por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, que necesitará indudablemente del consenso de los demás partidos, a través de una amplia convocatoria al diálogo; y,

d)     El fortalecimiento del PRI en las últimas elecciones que lo reposicionan como primera fuerza electoral a nivel local, el aprovechamiento de sus votos dentro del Congreso, indispensable para la construcción de acuerdos y de su inteligente asunción de una posición política de centro, todo parece indicar que este instituto político está llamado a jugar un papel protagónico y definitivo dentro del actual sexenio.

e)    No obstante, más allá de su viabilidad en el corto plazo, a mi modo de ver las cosas, asegurada, considerando las anteriores circunstancias, pienso que el PRI debería intentar refundarse en el presente-futuro próximo, asumiendo o deslindándose de sus errores y abusos históricos, a efecto de garantizar su permanencia dentro del escenario político nacional en el largo plazo con proyecto estratégico para un desarrollo sostenido y sustentable en todos los aspectos, con visión de crecimiento macroeconómico y microeconómico y misión de servicio y atención social con los ciudadanos de nuestro gran país.

 

5.4. Prospectivas hacia el 2012

La última elección presidencial en la que el PRI tuvo fortaleza fue la de 1994, cuando con Ernesto Zedillo Ponce de León, se alzó con la victoria, pese al levantamiento zapatista del primero de enero de ese año y el homicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta.

            Los resultados dejaron en claro la hegemonía del PRI –situación que  repetiría el PAN como partido sucesor en las preferencias electorales presidenciales durante el 2006- y que se ve a continuación:

 

El PRI obtuvo 17.1 millones de sufragios de los mexicanos, casi a la mitad estuvo el PAN, con 9.1 millones y el PRD llegó a 5.8 millones, sin embargo en las elecciones presidenciales subsecuentes, como en el 2000, se vino abajo:

 

 

El PAN obtuvo  el triunfo con 15.9 millones de sufragios, mientras el PRI perdió cuatro millones y quedó en 13.5 millones y el PRD subió a 6.2 millones, apenas 400 mil votos más que en la última elección.

            Eso conllevó la derrota en la presidencia de la República, sin embargo en votos para diputados federales no fue mayor la diferencia con el PAN:

 

Figura No. 02. Elecciones Dip Fed. Año  2000.

Figura No. 01. Elecciones Presidente Año  2000.

 

            El PRI llegó a 13.7 millones de votos y el PAN 14.2; el PRD mantuvo el promedio superior al de su candidato a presidente de la República cuando para diputados federales alcanzó 6.9 millones de votos.

En el 2006 la tendencia dejó abajo al PRI y casi en empate entre PRD y PAN:

Figura No. 03. Elecciones Presidente Año  2006.

 

            El PAN alcanzó 15 millones de sufragios y el PRD 14.7; el PRI cayó a 9.3 millones.

            Los factores pueden ser variados, pero van en relación con el candidato, además de la búsqueda de un modelo “de cambio” y una llamada “transición democrática”, empero a la vuelta de los años han demostrado fallas.

El PAN en el gobierno con una mala política de empleo y en materia de seguridad; el PRD y la izquierda en su conjunto no acaban de cuajar un proyecto serio, el más viable parece ser la alianza de nuevas fuerzas de izquierda y reforzar al candidato que tuvieron en el 2006, en esta ocasión a través de Convergencia y el PT. El nuevo escenario pondría en posición de una nueva fuerza política de izquierda que podría surgir de un PRD que hace esfuerzos por mantener la cohesión interna.

            Pero en ese mismo año el PRI mantuvo posición y fuerza en elecciones intermedias federales para elegir diputados con una diferencia de dos millones con el PAN (13 millones y 11 millones) mientras tuvo empate técnico con el PRD.

Figura No. 04. Elecciones Dip Fed Año  2006.

 

            EL PRI mantuvo diferencias mínimas en las elecciones al Senado en situación opositora:

Elección Senadores del 2000

 

Elección Senadores del 2006

Figura No. 06. Elecciones Senadores Año  2006.

Figura No. 05. Elecciones Presidente Año  2000.

 

Como conclusión preliminar, el análisis de los resultados, aún en tiempos adversos como fuerza política arrojan que es un partido competitivo, la falla parece estar en dos aspectos importantes:

El candidato presidencial

La falta de unidad de los sectores con el partido.

            Si bien el segundo aspecto es determinante dentro del PRI, deja la impresión de que sólo a nivel de circunscripciones y entidades federativas tiene esa posibilidad, formula que podría aplicar con la selección del candidato a la presidencia de la república.

            Con su cambio de selección de candidatos el PAN ha demostrado cierto retroceso electoral  porque en su origen se trató de asambleas y el cambio de 2006 le restó la posibilidad de ser competitivo.

            El PRD mantiene el sistema de consejo político, empero, las figuras rebasan a ciertos niveles y eso lleva a que en sus mismos estatutos tenga el sistema de cuotas de poder.

Eso y los factores de gobierno, como concusión nuestra, llevan a al posibilidad de que en los partidos y su selección está la posibilidad de alcanzar triunfos el mapa electoral nacional muestra los fracasos como el caso del PAN en Aguascalientes o la urgente necesidad de PAN y PRD por generar alianzas:

Figura No. 07.Mapa Electoral 2008

MAPA ELECTORAL 2008

 

            Para 2009 la situación fue diferente:

Figura No. 07.Mapa Electoral 2009

Rojo: PRI

Azul: PAN

Amarillo: PRD

 

 

 

Para el 2010 la composición electoral fue completamente distinta, cuando el PAN pierde Aguascalientes merced a un conflicto interno y el PRD cae en Zacatecas; además el PRI refrenda triunfos en Estado de México, Hidalgo, Coahuila y Nayarit.

Figura No. 09.Mapa Electoral 2011

            La recomposición de la geografía electoral parece hacer repuntes importantes, el PRI deberá volver la vista a sus sectores, pero también deberá enfocar un candidato para el 2012 más acorde con su programa como instituto político.

            Para el efecto se tienen dos visibles:

Enrique Peña Nieto[19]

Nació en Atlacomulco, Estado de México, el 20 de julio de 1966, político y abogado mexicano, y desde el 16 de septiembre de 2005 se desempeña como Gobernador del Estado de México para el periodo 2005 a 2011.

En 1984 Enrique Peña Nieto, se afilió al Partido Revolucionario Institucional, de 1985 a 1986 fue parte del despacho jurídico Laffan Muse y Kaye, y colaboró en la Corporación Industrial San Luis. Tras desempeñarse de 1986 a 1988 en la Notaría Pública Número 6 del Distrito Federal como parte del equipo del licenciado Fausto Rico Álvarez, ejerció su profesión en forma independiente. Mientras tanto, participaba ya en sus primeras actividades políticas.

En mayo de 1990 fue secretario del Movimiento Ciudadano de la Zona I del Comité Directivo Estatal de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares. Un año más tarde Enrique Peña Nieto, participó como delegado del Frente de Organizaciones y Ciudadanos en diversos municipios del estado de México y fue también instructor del Centro de Capacitación Electoral del Partido Revolucionario Institucional. Su trabajo en el Partido lo condujo a responsabilidades cada vez mayores: entre abril y julio de 1993 fue tesorero del Comité de Financiamiento del Comité Directivo Estatal del PRI en la campaña del candidato a gobernador Emilio Chuayffet Chemor. Seis años más tarde, en 1999, llegaría a ser subcoordinador financiero de la campaña de Arturo Montiel Rojas.

Entre 1993 y 1998, Enrique Peña Nieto, durante la gestión de Emilio Chuayffet, fue secretario particular del secretario de Desarrollo Económico del gobierno del Estado de México, Juan José Guerra Abud, y posteriormente fue subsecretario de Gobierno del Estado de México de 1999 a 2000.

Entre 2000 y 2002 Enrique Peña Nieto, fue Secretario de Administración del Gobierno del estado de México siendo por ello presidente del Consejo Directivo del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios, Presidente del Consejo Interno del Instituto de Salud del Estado de México y vicepresidente de la Junta de Gobierno del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México. Al mismo tiempo Enrique Peña Nieto, fue asociado individual del Instituto Nacional de Administración Pública y miembro de los consejos de administración de varios organismos públicos descentralizados.

 


 

Manlio Fabio Beltrones Rivera[20]

Nació en Villa Juárez, Sonora, el 30 de agosto de 1959, es un economista y político mexicano, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Senador desde el 1 de septiembre de 2006 y coordinador de su partido en el Senado de México, fue Gobernador de Sonora de 22 de octubre de 1991 a 12 de septiembre de 1997, además de Presidente de la Cámara de Diputados de 2004 a 2005 y Presidente del Senado de México de 2006 a 2007.

Manlio Fabio Beltrones es economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde posteriormente impartió clases. Ingresó al gobierno en el Registro Nacional de Electores y partir de 1976 se desempeñó como Asistente del Secretario de Gobernación, en ese momento Jesús Reyes Heroles y luego su Secretario Particular, cargo que conservó con el siguiente titular de Gobernación Enrique Olivares Santana. En 1982 fue electo Diputado Federal pro el IV Distrito de Sonora en la LII Legislatura y en 1985 fue Presidente del PRI en Sonora y luego Secretario de Gobierno del estado.

En 1988 Manlio Fabio Beltrones, fue electo Senador por su estado pero fue designado Subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación y en 1991 fue postulado como candidato del PRI a Gobernador de Sonora, cargo del que tomó posesión el 22 de octubre de 1991.

Al terminar su periodo Manlio Fabio Beltrones se dedicó al ejercicio de su profesión, y en 2002 fue nombrado Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) del PRI y en 2003 fue electo nuevamente Diputado Federal, desde donde presidió la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados . El 2 de julio de 2006 resultó electo senador para el periodo 2006-2012. A partir del 29 de agosto de 2006, es coordinador de los senadores del Partido Revolucionario Institucional.

 

                                                  Fuentes de Investigación

Bibliográficas

  1. KENNETH TURNER, John; México Bárbaro.
  2. [1] MORENO, Francisco Martín comentarios históricos en Imagen Informativa.
  3. LAJOUS VARGAS, Alejandra, DR ©El Partido Nacional Revolucionario y la campaña Vasconcelista.2006. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas.
  4. HANSEN, Roger D. La política del desarrollo mexicano, México, Siglo XXI Editores, 1971, p. 206.
  5. COSIO VILLEGAS Daniel. El Estilo Personal de Gobernar. 8ª ed. Editorial J. Mortiz. México.1976.
  6. MONSIVAÍS Carlos. Historias: Revista de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropologia e Historia, Volúmenes 17-20. La Dirección. México. 1987
    1. [1] DUVERGER Maurice. Los Partidos Políticos. 21ª ed. Fondo de Cultura Económica. México. 2010.
    2. [1] ISLAS COLLIN Alfredo, Lézé Florence. Temas de Derecho 2ª ed. Porrúa.
    3. PAMPILLO BALIÑO, Juan Pablo; El PRI, El Sistema Político Mexicano y La Transición Democrática.

INTERNET.

  1. 1.    [1] http://www.congresoson.gob.mx/docspri/HistoriaPRI.pdf
  2. 2.    http://www.pri.org.mx/LaFuerzadeMexico/nuestropartido/historia/Default.aspx
  3. 3.    http://www.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=857:30-de-marzo-de-1938-se-funda-el-partido-de-la-revolucion-mexicana-&catid=116:marzo&Itemid=215
  4. 4.    [1] www.pri.org.mx sección de historia localizado en http://www.pri.org.mx/LaFuerzadeMexico/nuestropartido/historia/Default.aspx
  5. 5.    [1] http://www.azc.uam.mx/csh/sociologia/sigloxx/cronologiademexico.html

 

HEMEROGRÁFICAS

  1. [1] Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Capítulo III Del Poder Ejecutivo. Artículo 89. Diario Oficial de la Federación. 5 de Febrero de 1917. Última Reforma 29 de Julio de 2010.

 

ÍNDICE DE FIGURAS

 

Figura 1 Elecciones Presidente año 2000………………………..87

Figura 2 Elecciones Diputados Federales año 2000……………87

Figura 3 Elecciones Presidente año 2006………………………..88

Figura 4 Elecciones Diputados Federales año 2006…………….89

Figura 5 Elecciones Senadores año 2000…………………………90

Figura 6 Elecciones Senadores año 2006…………………………90

Figura 7 Mapa Electoral año 2008……………………………………91

Figura 8 Mapa Electoral año 2009……………………………………92

Figura 9 Mapa Electoral año 2011……………………………………93



[1]  KENNETH TURNER, John; México Bárbaro

[2] MORENO, Francisco Martín comentarios históricos en Imagen Informativa

[4] Ibid

[5] LAJOUS VARGAS, Alejandra, DR ©El Partido Nacional Revolucionario y la campaña Vasconcelista.2006. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas

[6] Ibid

[7] los nuevos generales habían creado sus propios ejércitos y la lealtad de esos soldados nunca iba más allá de sus propios jefes. Los generales se convirtieron rápidamente en caudillos regionales […]; en esa forma los estados se transformaron de «satrapías» dadas en depósito por el gobierno central a su funcionario leal al dictador, en feudos autónomos gobernados por comandantes militares locales. HANSEN, Roger D. La política del desarrollo mexicano, México, Siglo XXI Editores, 1971, p. 206.

[8] Lajous Vargas, Alejandra, DR ©El Partido Nacional Revolucionario y la Campaña Vasconcelista 2006. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas

 

[10] http://www.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=857:30-de-marzo-de-1938-se-funda-el-partido-de-la-revolucion-mexicana-&catid=116:marzo&Itemid=215

[11] www.pri.org.mx sección de historia localizado en http://www.pri.org.mx/LaFuerzadeMexico/nuestropartido/historia/Default.aspx

[12] http://www.azc.uam.mx/csh/sociologia/sigloxx/cronologiademexico.html

[13] COSIO VILLEGAS Daniel. El Estilo Personal de Gobernar. 8ª ed. Editorial J. Mortiz. México.1976.

[14] Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Capítulo III Del Poder Ejecutivo. Artículo 89. Diario Oficial de la Federación. 5 de Febrero de 1917. Última Reforma 29 de Julio de 2010.

 

[15] MONSIVAÍS Carlos. Historias: Revista de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropologia e Historia, Volúmenes 17-20. La Dirección. México. 1987

[16] DUVERGER Maurice. Los Partidos Políticos. 21ª ed. Fondo de Cultura Económica. México. 2010.

[17] ISLAS COLLIN Alfredo, Lézé Florence. Temas de Derecho 2ª ed. Porrúa. M

[18] PAMPILLO BALIÑO, Juan Pablo; El PRI, El Sistema Político Mexicano y La Transición Democrática.

[19] http://www.gobierno.com.mx

 

[20] Ibid

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