ZACATECAS EN LA DISPUTA DE LA NACIÓN

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En solidaridad con Don José Bonilla por la irreparable pérdida de Doña Hilda.

Por Manuel Ibarra Santos

 

Con el mes de diciembre inició la intensa ruta de los destapes de los precandidatos a la presidencia de México, que estarán participando en la disputa por el control de la nación, que culminará en el 2018 con la elección del jefe de la República número 67 de nuestra historia.

 

Lo que tendremos que reflexionar es sobre cuál es el rol de Zacatecas en este proceso de transición, cuando existe ausencia notable de liderazgos relevantes. Así quedó demostrado en el reciente destape y postulación de José Antonio Meade Kuribreña, como precandidato del PRI a la presidencia del país, evento en el cual la clase política zacatecana tuvo una débil presencia, casi testimonial. Faltó la representación de primerísimo nivel por la entidad.

 

Y de esa forma, en visión prospectiva, no se pueden construir escenarios de prosperidad para nuestro Estado porque se nota a leguas que faltan estrategias de acción para posicionar a Zacatecas en el ámbito nacional.

 

Es tiempo de revisar el porqué las sucesiones presidenciales se han convertido para Zacatecas, a lo largo de la historia, en un singular fatalismo político que como un pesado fardo ha presionado, inhibido y obstaculizado el desarrollo de la entidad.

 

En casi dos siglos de historia nacional, de la etapa post-independiente a la fecha, de Guadalupe Victoria a Enrique Peña Nieto, hemos tenido 66 presidentes, pero desgraciadamente ninguno ha sido zacatecano, aunque se asegure que Pedro Vélez, quien fue jefe del Ejecutivo Federal durante nueve días en 1829, es de nuestra tierra.

 

Pero lo trágico se traduce en que Zacatecas no solamente ha tenido una muy baja presencia en los procesos de sucesión presidencial, sino que simultáneamente en ellos ha sufrido derrotas históricas.

 

LAS ELÍTES POLÍTICAS Y SU IMPORTANCIA.

 

El perfil profesional, ético y moral, de las elites políticas, es lo que marca la diferencia entre el desarrollo y subdesarrollo de una nación. Así lo han demostrado las experiencias documentadas a nivel internacional y nacional.

 

Por ejemplo, China, el gigante asiático y motor de la economía mundial, es la potencia que es en la actualidad, no sólo por sus valores idiosincráticos, sino porque cuenta con una clase política sólida, muy profesional, rigurosamente planificada y comprometida para hacer lo que Mao Tse Tung dejó a medio camino en la década de los setentas.

 

En nuestro país existen innumerables experiencias de esta naturaleza. Nuestro vecino Aguascalientes es un referente. Cuenta con una élite política fuerte, ilustrada y con presencia en los núcleos del poder nacional, lo que le ha permitido arrastrar inversiones cuantiosas para fortalecer su economía.

 

En Zacatecas, el reto está en avanzar en la construcción de una clase política plural muy fuerte, no dispersa, moralmente sólida, que ponga en el centro el desarrollo de la entidad.

 

LIMITADA PRESENCIA EN MEXICO DE LOS POLÍTICOS ZACATECANOS.

 

La presencia de los políticos zacatecanos en el contexto nacional, ha sido igualmente restringida y limitada, aunque debemos recordar el protagonismo que en el siglo XIX tuvieron personajes de la talla como Francisco García Salinas y J. Jesús González Ortega. El primero fue ministro de Hacienda, con Guadalupe Victoria; y el segundo se desempeñó entre otros puestos como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con Benito Juárez. En el siglo XX las experiencias de éxito fueron contadas.

 

De cara a la sucesión presidencial 2018, en Zacatecas debemos apostar por una clase política con altura de miras, no pequeña y que ayude a que su pueblo progrese, para saltar la trampa de la pobreza.

 

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