Lic. Francisco Gámdara Cárdenas

Alumno de la Maéstría en Derecho Electoral, UAD Campus Zacatecas

 La primera experiencia que se vivió en el país que afecto el monopolio del poder ostentado por el partido revolucionario institucional (PRI) se dio a nivel municipal en el año de 1946, en el Municipio de León, Guanajuato. Y el triunfo fue para la Unión Cívica Leonesa, el reconocimiento de su triunfo no fue tarea fácil.

La alternancia política en el poder ejecutivo federal en México se presentó hasta el año 2000, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) después de casi setenta años de ejercicio continuo perdió la elección Presidencial. Sin embargo, las derrotas del partido hegemónico habían empezado desde años atrás, cuando diversos movimientos organizados y partidos opositores lograron el reconocimiento de sus triunfos en municipios del país.

Son varios los acontecimientos que en forma reciente han orillado a un creciente interés sobre las relaciones políticas  en gestación a nivel municipal y regional en México.  Las reformas del estado que han planteado cambios en cuanto a la relación que se entablan entre instancias de gobierno federal, estatal y municipal; la crisis política que tiene el estado y de la estructuras del mismo; el deterioro de los niveles de vida de la sociedad debido a la prolongada crisis económica; el adelgazamiento del estado y el surgimiento de movimientos sociales  que se manifiestan en todas las necesidades que los aquejan, a estos acontecimientos habrá que agregar el fenómeno de la alternancia política que, en muchos sentidos, ha significado nuevas maneras de vivir la política, tanto en gobernantes y gobernados como entre las distintas instancias de gobierno, sin duda el fenómeno de la alternancias política  son los nuevos cambios  y expectativas y reclamos ciudadanos de las innovaciones democráticas  en la práctica de los gobiernos ha potenciado por el interés del estado, con todo, cabe reconocer  que  al hablar de alternancia política, en los procesos de democratización en el sistema político mexicano que ha  registrado una serie de trasformaciones sustantivas en los últimos años. El histórico presidencialismo basado históricamente de un partido único, con amplias facultades constitucionales se debilitaron por efectos combinados de crisis económicas, pluralización política, cambios de las reglas político electoral, cambios en lo internacional y la aparición de  nuevos actores y organizaciones que se activaron en la arena política, intentando profundizar o reformar el perfil del sistema político.

Mencionan que el sistema político democrático durante las últimas décadas del siglo XX en México: menciona que la alternancia se dieron en los municipios, los congresos locales, más adelante las gubernaturas, luego el congreso federal y por último la presidencia de la república. En esta ruta en la que se fue construyendo diversos caminos y se logró concentrar las ideas más viables de una ciudadanía que también se ha auto reconocido hasta ahora se puede afirmar que existen en el país un ciclo completo de alternancia política, sin dejar  de reconocer que la alternancia es una condición necesaria, pero no suficiente de la transición democrática y que esta ofrece oportunidades y abre nuevas posibilidades de  participación social.

Se menciona que la modernización de la vida política mexicana se ha desarrollado fundamentalmente por medio de reformas electorales sucesivas. Las cuales han ampliado significativamente el juego de los partidos políticos. Si bien se puede afirmar que en el país hay pluripartidismo naciente, elecciones razonablemente competidas, una autoridad electoral independiente y que la alternancia es cada vez más una realidad política, con los antecedentes que existen de cómo se ha dado la alternancia política todavía no sea podido romper con la cultura política heredada del viejo régimen que ha trasferido a la nueva realidad política viejas formas de negociación y de organización de la vida política,  por fin a un sistema democrático donde el sufragio del ciudadano decide lo fundamental en política: destacan que el aspecto original del proceso mexicano en la forma de alternancia  es un cambio profundo, de enorme magnitud, pero sin violencia, pactando, negociando y votando. Esta transición no genero una idea nueva acerca del arreglo político democrático, un nuevo sistema o una constitución distinta, en este contexto de alternancia se observa en la arena de los debates, una mayor sensibilidad hacia la importancia de la cultura política y su relación con la legitimidad del sistema político, y la consideración sobre la trascendencia de la educación cívica en el país.