En reconocimiento a la preservación de técnicas artesanales y de las más antiguas expresiones culturales en la manufactura de diversos artículos, el Grupo de Artesanos Nativos de Baja California recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010, en el área de Arte y Tradiciones Populares.

Los Premios Nacionales de Ciencias y Artes son el máximo reconocimiento que otorga el gobierno de México para destacar las  aportaciones de los hombres y mujeres que contribuyen al engrandecimiento del país desde su quehacer en los distintos campos del pensamiento, la reflexión, la investigación y la creación artística.

El Grupo de Artesanos Nativos de Baja California se constituyó a partir de de un esfuerzo de varias organizaciones civiles como el Instituto Cuna, Terra Peninsular y los artesanos de las cuatro etnias originarias del estado para impulsar su desarrollo sustentable.

Las referidas técnicas son usadas en la elaboración de productos como la cerámica yumana, cuya tradición tiene más de dos mil 500 años de antigüedad en el estado y que las ceramistas de Santa Catarina continúan practicando.

Otros artículos son las cestas de junco, sauce, pino, palma que las manos de pobladores kumiai, paipai, kiliwa siguen tejiendo al igual que las prendas que portan la chaquira de los cucapah.

El Grupo de Artesanos Nativos de Baja California cuenta con 120 integrantes  de comunidades asentadas en Tecate, Mexicali y Ensenada.

Así, kiliwas, kumiais, pai pais, cucapás y cochimís buscan diversas posibilidades para mantener vivas estas enseñanzas para inculcarlas a sus hijos como en su momento lo hicieron sus abuelos y sus padres.

La economía de estos artesanos se sustenta en la agricultura, la ganadería y la elaboración y venta de artesanías: cerámica, arcos, flechas y otros artículos constituyen la conservación de la tradición de los grupos originarios de la Península de Baja California.

Los artesanos venden sus productos en diferentes ferias, festivales y festividades de la ciudad, del sur de California y Arizona. La piratería los llevó a organizarse e integrar el grupo con la finalidad de registrar sus piezas.

Los pai pai utilizan técnicas ancestrales para elaborar vasijas de cerámica en la comunidad de Santa Caratina, mientras que en San José de la Zorra los kamiai fabrican vasijas de junco.

Para dar continuidad a la tradición de elaborar objetos a base de piezas de concha los cucapá trabajan la chaquira, introducida al territorio en el siglo XIX. En el Valle de Mexicali se elaboran cintos, bolsas y collares con este material.

En el Valle de Maneadero se ubicaron algunas familias mixtecas migrantes, las cuales han aportado a la riqueza cultural de la región los rebozos y huipiles usando el telar de cintura.

La zona occidental de la Península de Baja California, desde las islas Coronado en el norte, hasta la punta sur de la Isla Margarita, constituyen la principal zona abulonera del país. La producción mayor de este molusco se obtiene en el área comprendida entre punta San Pablo y Punta Abreojos de Baja California. Los artesanos aprovechan la concha de abulón para crear tableros de ajedrez, tallería, marcos y figuras decorativas.