*La UAZ, a 180 años de su nacimiento.
*Los enormes rezagos de la educación superior.
*Caciques y caudillos académicos, un lastre y obstáculo.

El nacimiento de la UAZ en 1968 marcó el principio del renacimiento cultural del Estado, luego de más de medio siglo de estancamiento económico heredado por la cruenta batalla de La Toma de Zacatecas, del 23 de junio de 1914 que, como saldo, había dejado décadas de devastación productiva, emigración y desolación.

Marcó la Universidad con su creación el punto de partida de una nueva etapa y concepción del desarrollo para el Estado de Zacatecas, sustentada en una innovadora racionalidad que puso en el centro el ideal de una educación superior al servicio de los ciudadanos.

La fundación de la UAZ es, indudablemente, producto de un prolongado proceso de maduración histórico/cultural de la sociedad, cuya ruta inicia el cinco (5) de noviembre de 1832 con la creación de La Escuela de Estudios Superiores de Jerez, iniciativa del prócer zacatecano Francisco García Salinas, reconocido como uno de los precursores de la educación pública en toda América.

En esa ruta de consolidación académica y cultural, de 1832 a la fecha, la actual Máxima Casa de Estudios ha tenido una evolución en la que destacan otras seis diferentes denominaciones, entre las que se pueden mencionar las siguientes: Instituto Literario (1837) con sede en la capital del Estado; Instituto Literario Francisco García Salinas (1868); Instituto Científico y Literario (1885); Colegio del Estado (1908); Instituto de Ciencias de Zacatecas (1920); e Instituto de Ciencias Autónomo (1959).

Hacia 1968, cuando el Instituto de Ciencias Autónomo se transforma en Universidad Autónoma de Zacatecas, por lo menos 20 entidades de la República ya contaban con una universidad pública. Tal vez por eso, algunos estudiosos, académicos y analistas se formularon afirmativamente la siguiente interrogante: ¿Qué acaso esa institución no surgió históricamente de manera tardía en la entidad? Tal vez, depende de la perspectiva en que se vea y analice.

En la década de los sesenta, coinciden en su creación en ese período La Universidad Autónoma de Guerrero (1960), La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (1961), La Universidad Autónoma de Zacatecas (1968) y La Universidad Autónoma de Nayarit (1969). En Aguascalientes se funda su Universidad hasta 1973.

LA SITUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN ZACATECAS:

A 180 años de la fundación de la Universidad Autónoma de Zacatecas, la situación de la educación superior en la entidad es en realidad crítica y sus circunstancias nos relatan la existencia de procesos académicos, en este nivel, profunda y socialmente excluyentes.

Y es que hoy en día, solamente entre el 26 y/o 27% de la población potencial en edad de cursar una licenciatura en la entidad lo puede hacer, y, en contraparte, miles y miles de jóvenes se quedan sin la oportunidad de una enseñanza terciaria de calidad, a la que tienen derecho, no obstante que en la última década aumentó en un 80% el número de establecimientos, alentados desgraciadamente, sí por una propuesta desarrollada sin planeación estratégica, con mucho voluntarismo y en el sector económico privado sobre todo, con un desmedido afán de lucro, sin que se le ponga regulación y límite jurídico.

Por eso, decenas de miles de jóvenes zacatecanos son invisibles a la atención pública del Estado en este rubro de la educación superior y, en razón de ello, también, conforman amplios segmentos socialmente vulnerables y propensos a su “sicarización”, por la ola actual de la intensa presencia del crimen organizado.

Los indicadores de calidad de la educación superior, por otra parte, son igualmente cuestionables: la eficiencia terminal es tan sólo del 50% en promedio, alejado 40 puntos porcentuales de la del Estado de Aguascalientes, que es del 90 por ciento, la más alta de la República.

La UNESCO ha dicho – con fundada razón – que la universalización de la educación superior es una condición indispensable para que una sociedad alcance bienestar, prosperidad y progreso permanente. Y en ese sentido, en Zacatecas se requieren, en este ámbito, políticas públicas nuevas, renovadas y audaces (no mediocres), para que ayuden a saltar la trampa de los voluntarismos personales impuestas por los caciques y caudillos académicos, y superen además la falta de planeación estratégica y la carencia de compromiso social.

LA INFLUENCIA CIVILIZATORIA DE LA UAZ:

Por lo demás, nadie puede negar que la UAZ, a 180 años de su nacimiento, ha sido la institución pública de mayor influencia civilizatoria en la historia del Estado. Se constituye, igualmente, en la más fuerte palanca de las transformaciones culturales de la sociedad zacatecana y en el espacio abierto más rico para el debate de las ideas. Enhorabuena.