La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio a 10 marcas de queso de puerco, un embutido ampliamente consumido en distintas regiones del país. Este producto, utilizado comúnmente en tortas y botanas, está elaborado con partes cárnicas y piel de cerdo, principalmente de la cabeza, curadas, cocidas y prensadas. El objetivo del análisis fue verificar que los datos nutrimentales y de etiquetado fueran verídicos.

Durante la revisión, se identificaron inconsistencias importantes en algunas marcas. Por ejemplo, el queso de puerco Parma Campestre reportó tener 25% de proteína, pero el análisis reveló que solo contiene 16.6%. En cuanto a la grasa, declaró 17% cuando en realidad aporta 24.8%. Una situación similar ocurrió con el producto PAR, el cual indicó un 20% de grasa, aunque se comprobó que contiene 27.4%.

A pesar de estas discrepancias, todos los productos analizados cumplieron con los estándares sanitarios, el contenido neto, la cantidad de sodio y los niveles de nitritos permitidos por la normatividad, que establece un máximo de 156 miligramos por kilogramo. No obstante, Profeco advierte sobre el alto contenido de sodio y grasas saturadas presentes en este tipo de embutidos, lo cual podría representar un riesgo para personas con enfermedades cardiovasculares o hipertensión.

Ante estos hallazgos, la dependencia recomienda a los consumidores leer con atención las etiquetas, verificar la fecha de caducidad y adquirir estos productos únicamente en comercios establecidos. También sugiere evitar aquellos con múltiples sellos de advertencia nutrimental, ya que podrían no ser la opción más saludable.