De un fin de semana a otro se duplicó el número de personas muertas, claro, todas bajo el delito de homicidio. Y ocurrió que el primer fin de semana de noviembre, cuando cinco personas reportadas, murieron de manera violenta –a balazos, entiéndase -, al siguiente fin de semana, diez, cuatro a manos de la policía –también con la información oficial-.

Si bien la información oficial se emplea no en esconder, sino en no dar a conocer alguna información y, en ocasiones, francamente, quisiera uno pensar que la desconocen, como el hecho de que en la zona limítrofe con San Luis Potosí se diera un enfrentamiento entre policías y delincuentes.

Y de acuerdo con liin.tv: “Un intenso operativo conjunto entre las policías estatales de San Luis Potosí y Zacatecas, se implementa este martes, luego del enfrentamiento armado entre grupos delictivos antagónicos en la comunidad El Cerrito del municipio de Pinos en Zacatecas, que hasta el momento ha dejado cuatro personas sin vida, tres de ellas originarias de San Luis Potosí”.

La secretaría del ramo en Zacatecas, no tenía conocimiento del caso, por lo menos hasta el mediodía del martes y, en cambio, el aparato de seguridad insiste en que “blinda” la zona limítrofe –que algunos se empeñan en llamar frontera- con Durango, que también presenta problemas con cinco grupos delincuenciales.

A ratos parece que no se quiere que sucedan los hechos violentos como hace casi una década, pero a fuerza de querer ocultarlo, llega el momento en que no es posible hacerlo. Muchas ocasiones mejor decir las cosas que evadirlas, empero, la política de ocultar, en cambio, debe ser atribuible a cada cabeza de sector.

El caso de lo ocurrido en el municipio de Luis Moya, por más que se haya querido, no pudo ser ocultado.

En la carrera por los recursos públicos para el 2020, nadie entendió el mensaje del gobernador Alejandro Tello. Lo que se dice nadie. Anunció recesión, reiteró el llamado a la austeridad. Y fueron los organismos autónomos –a querer y no sus integrantes pasan por el visto bueno del Ejecutivo- los primeros en gritar que quieren más dinero. Busque cuáles son los organismos autónomos.

Incluya al Sutsemop, que tampoco entendió el mensaje, y al autodenominado sindicato independiente.

Incluso en su comparecencia, el Fiscal General de Justicia del Estado, Francisco Murillo Ruiseco, insistió a cada momento de su discurso en los cuestionamientos, que se requiere más dinero para hacer las cosas.

Cuando a nivel nacional se ha dicho que no habrá más, cuando el programa 3×1 pasó a 2×1 y el gobernador anunció, el fin de semana, que se mantendrá por el beneficio que en obras acarrea a las comunidades. Si bien parte de la quita de dinero es por el mal uso que de ese dinero hicieron presidentes municipales, no todos, pero sí se registraron casos en contraloría, desde la gubernatura de Amalia García, cuando la era de la transparencia se gestaba.

En ese camino seguirá el estado y deberá hacer frente a los retos, con mayor austeridad, a los retos de la administración pública que, a querer y no, se dan. ¿Qué tanto aceptarán los autónomos apretarse el cinturón? Deberán hacerlo, les guste o no les guste…