*Los diputados, sus compromisos y el presupuesto a ciencia.

*Ciencia  y tecnología, detonantes del desarrollo local.

*Financiamiento para la innovación e investigación.

MANUEL IBARRA SANTOS.

            El planteamiento de una visión moderna del desarrollo regional para el Estado de Zacatecas y sus territorios municipales sólo tendrá perspectiva de éxito si se incorpora adecuadamente la atención del componente de la economía del conocimiento y junto a ello se promueven con enfoque transversal las políticas de estímulo a la producción de innovación y la investigación de frontera.

            Zacatecas ocupa en la actualidad el lugar 28 del ranking nacional en economía del conocimiento, lo da a conocer el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (A.C), luego de entrevistar a expertos del sector académico, empresarial y gubernamental de todo el país, quienes aportaron evidencias y datos empíricos objetivos para el diseño de indicadores en este rubro.

            El referido Foro, constituido por instituciones académicas y empresariales, públicas y privadas, integraron una serie de indicadores, a partir de los siguientes elementos: inversión en capital humano; infraestructura para el desarrollo; población con estudios profesionales y de postgrado; formadores de recursos humanos; productividad innovadora; infraestructura empresarial; entorno económico y social; y componente institucional.

            Las entidades federativas con el mayor ranking de ciencia, tecnología e información en el país son el Distrito Federal, Nuevo León, Morelos, Jalisco, Coahuila, Querétaro, Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Estado de México, Baja California Sur, Aguascalientes, San Luis Potosí, Puebla y Colima.

En contra parte, los Estado de la República ubicados en las últimas posiciones  del ranking en ciencia son Nayarit, Campeche, Quintana Roo, Hidalgo, Tlaxcala, Durango, Zacatecas, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

 

            CIENCIA, RACIONALIDAD Y PRESUPUESTO EN ZACATECAS:

 

            La presencia del COZCYT y el liderazgo de la doctora Gema Mercado en los más recientes años, ha generado una nueva racionalidad en torno a la relevancia social de la ciencia en Zacatecas. Se ha avanzado mucho en el dimensionamiento de la importancia de la innovación y la investigación, como factor crucial y decisivo del desarrollo económico. Sin embargo, no obstante lo realizado, es menester apoyar con mayor determinación este sector.

            Por eso, en estas fechas, cuando se discute al seno del Congreso del Estado la aprobación de los presupuestos para el ejercicio del 2013, menester es que los legisladores actúen con más sensibilidad y responsabilidad, a fin de que destinen mayores volúmenes de recursos públicos, para financiar proyectos de producción de ciencia y tecnología, al servicio del progreso y desarrollo de Zacatecas.

            Solamente de esa forma se podrán crear en la entidad los pilares de una economía del conocimiento que faciliten que el desarrollo, el progreso y el bienestar humano, tengan como detonantes a la ciencia y tecnología de frontera.

            Bajo los actuales esquemas de financiamiento de la ciencia, difícil será consolidar, en el mediano y largo plazo, una economía de la innovación.  En Zacatecas, los campos de la investigación y la formación de trabajadores del conocimiento, demandan de más apoyo.

            En nuestro Estado se destina en promedio sólo el 0.07% de su presupuesto público anualizado a ciencia, mientras que en Nuevo León es del 0.46% y en el Distrito Federal el 0.41%. En Oaxaca es apenas del 0.01%, lo revela el Consejo Consultivo de Ciencia Tecnología (A.C).

 

            CIENCIA Y DESARROLLO HUMANO:

 

            Operar en Zacatecas un moderno esquema de desarrollo económico regional y local, pasa imprescindiblemente por la actitud pública de otorgar un tratamiento diferente –no marginal- al tema de la promoción de la ciencia y tecnología. Y esa es una responsabilidad indiscutible también de la clase política. 

            El desarrollo humano con dignidad y libertad, como lo pregonaron los precursores de este paradigma (en particular los economistas Amartya Sen  y Mahbud Ul Haq),  está indisolublemente amarrado a la concepción de una nueva cultura, a la innovación de las ideas y a la producción de ciencia y tecnología con sentido social.