EPN, EL LIBRO DEL MOMENTO

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Marco Antonio Flores Zavala

Confesiones desde el exilio: EPN es un libro y está de moda en algunos círculos de la comentocracia -vía reseña en columnas de periódicos, blogs y estaciones de radio-.

En las páginas que frecuento (periódicos y plataformas) es el primer anuncio comercial, incluso está sobre los spots de las candidaturas presidenciales. Mario Maldonado (ELCEO.com y X @MarioMal) está con el libro desde Tiktok a X.

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El libro (215 páginas) llegó a Sanborns el día anunciado, el pasado viernes 19. También se podía hacer compra en línea. Hice la adquisición vía Gandhi; el martes 23 llegó por la tarde, lo trajo la paquetería amarilla.

No es paradoja o ironía, compré un libro y este objeto llegó en la fecha que se celebra a nivel internacional.

Ya lo leí y lo hice a la par de las reseñas y reclamos que están en el espacio público.

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¡Gracias! (Andrés Manuel López Obrador, Planeta, 2023) sigue en los primeros lugares en venta, aunque ya no lo cita tanto la comentocracia o algunos grupos de lectores. Esta semana que pasó, el libro de Maldonado fue un tema habitual. Aunque esta vez los cuatro actores frecuentes de la escena pública -Xóchitl Gálvez, Andrés Manuel López, Jorge Máynez y Claudia Sheinbaum,- no han dicho algo del libro, quizá porque no los cita, tanto como al presidente.

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La sinopsis del libro -cuarta de forros- dice: “A través de entrevistas exclusivas con el propio Enrique Peña Nieto, quien durante años no había hablado con ningún medio, y de una amplia investigación que incluye personas cercanas al exmandatario, Mario Maldonado presenta un trabajo periodístico de primer nivel en el que revela todos los secretos del último presidente priista.

Conoce todos los detalles de su origen en Atlacomulco, su meteórico ascenso, sus hombres más cercanos y el «Mexican Moment» —que contrastó con las crisis sociales que marcaron a millones de mexicanos, como Ayotzinapa—, además de su relación con Carlos Salinas de Gortari, su última reunión con Andrés Manuel López Obrador, los casos documentados de corrupción y su autoexilio”.

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Confesiones desde el exilio: EPN no relata en primera persona. Es Mario Maldonado el que narra, describe, argumenta y lo principal, construye el mensaje. Hace un “retrato” del hombre que gobernó México en el sexenio anterior, de 2012 a 2018.

En el texto asienta donde ocurrieron las reuniones: Madrid y Punta Cana (Dominicana). Hubo café, agua, cenas -algo de vino-. No hay episodios románticos, incluso el matrimonio EPN y Angélica Rivera es preferible mirarlo en las revistas de papel couche; es una historia política pragmática: un hombre educado e instruido para ser parte de la elite gobernante -al menos en su estado-; apoyado por una triada de hombres igualmente instruidos para ser parte de la elite. Concurre un “padrino”, un mito fundador “el grupo Atlacomulco”, acuerdos políticos, negocios con influyentes empresas de publicidad, alianzas con entonces jóvenes políticos en ascenso -casi todos inescrupulosos y corruptos-.

EPN fue presidente de la República, el último con un sexenio completo -AMLO le reducen un par de meses-. Él provenía de un PRI viejo y anquilosado que gobernó con los medios legales a su alcance. Fue popular, reconocido internacionalmente, pero tres accidentes no previsibles le minaron la trayectoria: Ayotzinapa -de donde egresó su madre-; la casa blanca -tan colina de los perros o rancho Fox, o casa Houston-; Odebrecht -la corrupción de siempre, proveniente de donde desde López Portillo: Pemex-.

Zacatecas es citado un par de veces. Una por el abuelo de José Antonio Meade Kuribreña y el infaltable senador doctor Ricardo Monreal -negociante de la política-.

El libro tiene implícitamente tanta frivolidad, como un mensaje: no negoció y le cae mal Felipe Calderón -era importante saberlo-.

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El mensaje, la disculpa, la justificación, capítulo 10: “¿qué querían que hiciera?” ante la decena de años en campaña y popularidad de Andrés Manuel. ¿Qué querían que hiciera? Si su candidato no levantó y Ricardo Anaya avisó que encarcelaría a los corruptos -era un radical de derecha el queretano-, incluía a EPN.

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Como distractor interno: el expresidente confiesa que conversó con el actual presidente. Agrega: está solo y juega golf solo, sin sus amigos. Lamenta lo acontecido a Chucho Murillo Karam. No cita a Rosario Robles y da y hay más cabida con muchas citas a su novia Tania Ruiz.

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No, Confesiones desde el exilio: EPN no es ni complemento ni respuesta a ¡Gracias!, tampoco un distracto a las campañas presidenciales ni es un mensaje de tristeza por estar fuera de México. Es un mensaje: no tuvo opciones en la sucesión, máxime cuando hubo una conspiración en su contra, para quitarlo de la presidencia de la República.

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