LOS PROFESORES, EL SNTE Y LA DISPUTA POR LA NACIÓN

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Por Manuel Ibarra Santos

 

Como en los momentos cumbres de la historia del país, los profesores se han colocado en el actual escenario de transición electoral inédita, en el centro de la disputa de la Nación. Todas las formaciones partidarias desean conducirlos en esta etapa de comicios.

Y esta semana ha resultado determinante por la realización del Séptimo Congreso extraordinario, que se ha celebrado en Puerto Vallarta y que ha servido para la ratificación de Juan Díaz al frente de la dirigencia nacional del Sindicato de Maestros.

Sin embargo, el litigio por el control de los profesores de México no es nuevo, ni tampoco culminará en la presente semana y pudiera prolongarse hasta después de las elecciones de julio, cuando se conozca quien conquista la presidencia de la República.

Será hasta entonces cuando sabremos el destino de la reforma educativa y el rol de los profesores. Sí estos – los maestros- se convertirán en pilares de la educación de excelencia o ratifican su perpetua condición como soldados políticos del régimen en turno.

La profesión docente en nuestro país tiene una historia de casi doscientos años y desde el México independiente a la fecha, los profesores han cumplido con un papel político y hegemónico al servicio de la legitimidad del régimen, pero también han sido factor revolucionario de cambio. Y en esta ocasión no serán la excepción.

 

EL SNTE, LA REFORMA EDUCATIVA Y LOS CAMBIOS.

 

Casi dos millones de trabajadores de la educación prestan servicios en los diferentes niveles escolares en el país. De ellos, un millón 200 mil se encuentran afiliados al SNTE, lo que le convierte en un gremio de gran poderío organizacional y político.

La reforma educativa nacional ha modificado los pilares del ejercicio de la profesión docente en México.

En principio, dicha reforma aniquiló el monopolio que las escuelas normales tenían en materia de formación de profesores.

Ahora todos los egresados de las instituciones de enseñanza superior pueden participar en los concursos de oposición por una plaza docente en el sistema educativo mexicano, aunque no cuenten con habilidades pedagógicas para su desempeño eficiente.

Y eso no refleja sino una inexplicable improvisación, cuando la educación debe están en manos de los mejor calificados.

En la distribución de plazas laborales en el país, hasta antes de la reforma educativa, el SNTE desempeñaba un papel central en su control.

Con la reforma educativa, el SNTE perdió la potestad en el manejo de las plazas de nuevo ingreso de los profesores. Eso también le restó fuerza y control corporativo.

Es indudable que el Sindicato de Maestros experimenta un proceso de transformación que ha debilitado sus viejas estructuras.

 

LOS LIDERAZGOS EN EL SNTE.

 

En los años 1989/1990, con la llegada al poder de Elba Esther Gordillo, el Estado mexicano, desde la administración federal y los gobiernos de las entidades, puso en marcha una fina operación de purga y depuración de los cuadros a fines a Carlos Jonguitud Barrios.

Fue brutal el barrillo de los emisarios del pasado e incluso se dieron el lujo de habilitar espacios en las secciones magisteriales para la insurgencia de los maestros democráticos.

En el 2013, con el derrocamiento de Elba Esther Gordillo hay otra historia, en donde se dejaron muchos hilos sueltos y el aparato del Estado/gobierno no trabajó con la misma eficacia. Y hoy se pagan las consecuencias.

Por lo pronto, el control político de los maestros en este contexto electoral ha desatado una lucha encarnizada.

Lo que hay que impedir es que los maestros queden a merced de políticos mezquinos. Aunque ellos se pueden defender solos.

 

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