Lic. Carlos Limas Sánchez

Maetrante en Derecho Electoral

Universidad Autónoma de Durango

Desde la óptica del institucionalismo, el estudio de los efectos del sistema

electoral sobre distintas dimensiones del sistema político ha sido clave

 para mejorar la estrategia de reforma institucional en las democracias y

 a la vez la participación en el desarrollo integral de los mexicanos.[1]Berlín Valenzuela

 

       En México como república democrática existe un sistema de elecciones, las cuales son periódicas, en donde mediante el voto –proviene del latín votum y una de sus acepciones es “expresión pública o se secreta de una preferencia ante una opción- el cual es libre, universal, secreto y directo de todos los mexicanos, en pleno goce de sus derechos civiles y políticos; se elige a quienes deberán desempeñar cargos de representación popular.

 

      Este sistema de elecciones o como lo llamaremos sistema electoral, es el conjunto de varios elementos que interactúan cotidianamente entre sí: en primer lugar y con obvia razón, las leyes y ordenamientos jurídicos; el marco jurídico donde se da la legalidad. Las instituciones electorales, entes públicos que son los principales encargados de dar cabida a los siguientes dos elementos: los ciudadanos y los partidos políticos: organismos públicos constituidos por los ciudadanos, afiliados libre e individualmente a ellos y conforme a la ley para participar en asuntos políticos del país[2]. O si quisiéramos dar una versión más realista podríamos citar a Max Weber: una asociación […] dirigida a un fin deliberado, ya sea éste ‘objetivo’ como la realización de un programa que tiene finalidades materiales o ideales, o ‘personal’, es decir tendiente a obtener beneficios, poder y honor para los jefes y secuaces o si no tendiente a todos estos fines conjuntamente[3].

 

      Así con esta interacción de alguna manera podríamos decir que se garantiza la participación de autoridades, ciudadanos y organizaciones políticas de manera plural, tolerante y responsable, involucrando así a la sociedad y al Estado en el proceso democrático de elegir a sus representantes y gobernantes.

 

      Los partidos políticos en México pueden ser nacionales; que participan en elecciones federales, estatales. O como de orden local; que se abocan únicamente a participar en una determinada entidad federativa, para sus comicios municipales y estatales. En ocasiones partidos como estos suelen tener un poco de más peso, que los llamados chicos pero de corte nacional. Debido a la mayor identificación por ser locales.

 

      Ahora, refiriéndonos a lo que serían las instituciones electorales competentes, llámese al Instituto Federal Electoral (IFE) como a los locales, que en nuestro caso sería el (IEEZ); su objeto está enfocado a organizar en sí las elecciones, además de hacer el conteo. En caso de existir algún problema se cuenta con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), autoridad judicial que le corresponde conocer del caso. A nivel local tendríamos a Tribunal Estatal Electoral.